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Desde muy joven Rosmery Quintero Castro tomó la decisión de trabajar por la transformación no solo de su vida, sino de quienes la rodean.

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Posee una capacidad innata de liderazgo que la ha llevado a posicionarse como una de las costeñas más influyentes en el país.

Comenzó a trabajar a los 17 años como practicante en la Asociación Nacional de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) y actualmente es la presidente nacional del gremio, que es uno de los más antiguos de Colombia.

Asegura que su vocación es de servicio y que la combina con su alto sentido de responsabilidad en todas las tareas y acciones en las que se compromete.

'Si hay algo que facilita la vida del ser humano es que inspire confianza y esto no se da porque quiera que confíen en mi, es algo que se construye día a día con palabras, acciones, cumplir con las promesas y disponer de tus relaciones para el bien común', asegura.

Rosmery Quintero encuentra equilibrio perfecto entre su vida familiar y profesional. Asegura que sus tres hijas son su mayor orgullo y ellas, junto a su pareja y sus amigos cercanos, le dan ese respaldo necesario para su actividad empresarial y como líder gremial.

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En la pintura en acrílico espatulado también encuentra un aliciente en el cual desborda toda su creatividad.

Es una mujer caribe de cuerpo y corazón y afirma que no se imagina viviendo en otra ciudad que no sea Barranquilla. Además, alterna su residencia urbana con una casa campestre, a pocos minutos de la capital del Atlántico, en la que recibe a sus amigos y familia.

'Cuando digo que soy caribe y barranquillera se me ilumina el rostro, es mi esencia, soy feliz, conversadora y no me gusta el encierro. El sol y la brisa en esta cuidad se sienten diferentes que en otra región'.

También disfruta de la gastronomía barranquillera con toda la influencia de los inmigrantes que enriquecieron la historia local con su cultura y sabores.

Al analizar el papel de la mujer en la sociedad y las empresas asegura que ha sido testigo de una importante evolución y resalta que actualmente la institucionalidad les da mayores espacios. Todo esto ha permitido que se destaquen en diferentes campos como la política, las empresas, las fuerzas armadas y otras.

'La mujer está muy comprometida con ese mundo social y esto va de la mano con su rol como líder en la unidad familiar, es allí donde reconozco que hay un gran sacrificio porque nunca se deja de ser madre, esposa, hermana, hija, hermana', afirma.

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Considera fundamental el tiempo de calidad que se dedique a las relaciones familiares y a estar presente en todos los momentos.

Está convencida de que las mujeres no deben limitarse para acceder a las oportunidades pues en ocasiones se puede caer en la autoexclusión.

Al asumir el liderazgo de Acopi, primero en la seccional Atlántico y luego a nivel nacional, se fijó la meta de fortalecer la representatividad gremial.

'Un gremio que no tenga un presidente que no defienda o que no tenga representatividad, está llamado a desaparecer, pues esa es su razón de ser', afirma.

Como presidente de Acopi ha tomado parte de las discusiones más relevantes y coyunturales del país pues tiene asiento en importantes espacios de toma de decisiones, como es el caso de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales.

La interacción con las juntas directivas y los empresarios le permite tener una visión de cuáles son las necesidades y temas de interés nacional. En su accionar diario como dirigente gremial siempre tiene como norte su vocación de servicio y la decisión de aportar al desarrollo empresarial y social.

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