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BOGOTÁ. Asoenergía, gremio que reúne a los grandes consumidores de energía eléctrica de Colombia, señaló que la industria Colombiana continúa soportando altos precios derivados de la estructura de la oferta de energía. En un comunicado de empresa la asociación explica que 'el mercado de contratos es un mercado deficitario en el que los oferentes imponen sus condiciones sin estar sujetos a los controles y límites que implica la competencia. Actualmente la cuarta parte de la demanda está obligada a recurrir a la bolsa de energía, donde queda expuesta a la volatilidad de los precios de corto plazo'.

María Luisa Chiappe, presidente de Asoenergía, subraya que 'actualmente, la oferta está exigiendo $220/kWh (es decir, US$80/MWh) para contratos de generación a un año. Este valor es el más alto de toda la región lo cual es insólito en un país tan rico en recursos hídricos y carbón. Las proyecciones que ha realizado el equipo técnico de Asoenergía indican que, a este ritmo, al final de la década la industria colombiana tendrá costos de US$100/MWh solamente por concepto de generación de energía.'

Estados Unidos, México y Perú, competidores internacionales de la industria nacional, tienen tarifas totales de energía que oscilan en US$70/MWh (incluyendo generación, transmisión, distribución y comercialización), mientras las tarifas totales que paga la industria colombiana ya son superiores a US$112/MWh, y seguirán aumentando, afirma Asoenergía.

Durante los últimos seis años el costo de energía para la industria ha crecido anualmente más de 9 puntos porcentuales por encima de la inflación.

La esencia del problema de precios de energía se encuentra en un déficit de generación a costos competitivos, el cual se calcula en 2.000MW. 'Lamentablemente las ampliaciones en la capacidad instalada del sistema eléctrico se programan con base en el crecimiento de la demanda total, sin tomar en cuenta la necesidad de renovar el parque generador para adecuarlo a la competitividad que requiere la producción nacional. Los generadores eficientes (económicamente) también se benefician de esta situación, en la medida en que el mercado marginalista remunera su oferta de energía con precios muy superiores a sus costos variables', subraya en el comunicado de prensa.

María Luisa Chiappe afirma que pensar en modificar el precio de escasez extendería la operación de plantas de bajo funcionamiento. 'Insistimos en que no debe modificarse el precio de escasez (tope del precio en bolsa) antes de haber sustituido las generadoras ineficientes. Cualquier incremento de este precio extendería la operación de plantas ineficientes que hoy tienen estímulos para continuar en el mercado, los cuales resultan absolutamente perjudiciales para los consumidores de energía en Colombia'.

Un eventual aumento del precio de escasez- en un mercado que tiene déficit de oferta de contratos- , analiza Chiappe, obligaría a la demanda a recurrir a la bolsa de energía sin la protección que ofrecía el precio de escasez. 'Tal y como sucedió en el pasado fenómeno del Niño cuando el incremento de ese precio le costó a los usuarios $780 mil millones, según lo estimado en su momento por Asoenergía'.

Asoenergía solicita que la necesidad urgente de ampliar la oferta de generación a costos competitivos en lugar de mantener la situación deficitaria y elevar el precio de escasez para que las plantas ineficientes puedan permanecer en el mercado. 'Insistimos en que el esquema regulatorio debe promover la sustitución de estos activos. Es precisamente el sentido de la Resolución CREG 109 publicada para consulta a mediados del 2015, que inexplicablemente más de un año después no se ha emitido en firme'.