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Vestida de novia, refrigerada bajo los 6°C, su apariencia contrarresta los 35°C de temperatura que se viven en la calurosa Barranquilla. El mesero destapa la botella, su sonido activa las papilas gustativas de la lengua y se hace agua la boca. Se dispone a beber un trago. El líquido se desliza suavemente por la garganta y calma por completo la sed.

¿Quién puede ser el creador de tan deliciosa bebida? Aunque saber con certeza la marca de esa cerveza es complicado, es muy probable que haya sido fermentada y madurada en alguna de las fábricas de Anheuser-Busch InBev o SAB Miller, dos grandes jugadores de este mercado. En conjunto, las compañías llegarían a producir una de cada tres cervezas en el mundo, si se hace realidad la fusión que se está gestando desde septiembre de este año.

AB InBev ha hecho varias ofertas públicas de adquisición a SAB-Miller, empresa valorizada en unos US$87.300 millones, pero hasta el momento solo hay un preacuerdo que debe ser sometido al visto bueno de las autoridades regulatorias.

Este aval tiene al mercado con los ojos puestos en el nacimiento de la cervecería más grande del mundo y que estaría valorizada en US$291.900 millones. Según datos de Forbes, AB-InBev posee 20,8% de la participación cervecera a nivel mundial y SAB-Miller 9,7%, lo que juntas representarían 30,5% del mercado global de este producto.