Aunque los países desarrollados han aumentado las barreras migratorias como una medida para afrontar la crisis económica que los aqueja desde el 2008, se estima que el número de migrantes internacionales para 2013 llegue a 232 millones de personas, según la ONU.
El crecimiento es considerable si se compara con el año 2000, cuando 175 millones de personas salieron de sus países. Hoy, cualquier medida que adopten los países desarrollados para restringir el fenómeno de la migración será poco eficaz pues irá en contravía con la globalización.
Roberto González, profesor del Departamento de Historia de Uninorte, la crisis económica cambió los patrones de la migración. Paradójicamente, se están produciendo migraciones que llegan a América Latina al no encontrar oportunidades en Europa; así como el retorno de migrantes latinoamericanos que retornan a sus países luego de perder sus trabajos.
'Colombia, por ejemplo, se ha convertido en destino de tránsito para ciudadanos chinos que luego viajan a los Estados Unidos; incluso, otros llegan en grandes grupos a trabajar en el país. A Barranquilla llegan inversionistas extranjeros atraídos por el libre comercio y nuestra ubicación estratégica', señala González.
En medio del proceso de internacionalización que actualmente vive el país es de esperarse la salida de colombianos y la entrada de extranjeros, por lo que vale la pena analizar los efectos que esto puede traer sobre el desarrollo económico.
Somos el país con mayor cantidad de emigrantes en Suramérica, de acuerdo con la Organización Mundial para las Migraciones (OIM, por sus siglas en inglés). Actualmente hay 4,7 millones de nacionales que residen en el extranjero, según la Cancillería, repartidos principalmente en Estados Unidos (28,8%), Venezuela (28,4%), España (17,6%), Ecuador (8%) y Canadá (2,1%). (Ver infografía)
Los compatriotas en el exterior envían anualmente más de 4 mil millones de USD, que benefician a uno de cada diez colombianos. La mayor parte de estos recursos llegan al Valle del Cauca (27,5%), Antioquia (14,7%) y Cundinamarca (13,4%); el departamento del Atlántico recibe el 5,5%.
En términos comparativos, las remesas representan el 6,3% de las exportaciones de bienes, tan solo superadas por la exportación de carbón y el petróleo, según cifras del Banco de la República.
En el país residen 110.297 extranjeros, según el Banco Mundial, predominando los de nacionalidad venezolana (33,9%), seguido por estadounidenses (13,7%) y ecuatorianos (10,3%). Para el organismo multilateral, la flexibilidad en nuestro marco legal ha facilitado la inversión extranjera y permitido que los extranjeros que quieren invertir en el país puedan hacerlo de manera efectiva.
El 23,1% de los internacionales se desempeñan en cargos directivos y el 20% lo hace como formadores (profesores e investigadores). En 2012 los extranjeros invirtieron en Colombia más de 16.700 millones de dólares (11% más que en 2011).
Ante esta situación Colombia debe entender los procesos migratorios desde su dimensión social y económica. Sería beneficioso adoptar políticas internas y participar en el escenario internacional con el objetivo de garantizar los derechos a los extranjeros que entran al país y velar por las mismas garantías para nuestros compatriotas en el extranjero.
Para González, la migración puede ser una oportunidad para aprender de otros imaginarios, de otras tradiciones. 'Gracias a los migrantes, la economía de Europa y Estados Unidos ha crecido ostensiblemente', señala. De esta forma, la migración debe ser reconocida como una fuerza positiva para el desarrollo.
Migración y economía
La salida de ciudadanos de un país reduce la presión de la fuerza laboral, pues en el mediano plazo produce disminución en el desempleo y aumento en el salario promedio. Pero también ocasiona pérdida en la mano de obra, que afecta la capacidad de producir bienes y servicios. El efecto es agravado si los migrantes cuentan con altos niveles de formación; pues el costo de perderlos es mayor.
Asimismo, los que migran envían remesas, y mediante estos recursos pueden aumentar la renta de los familiares en su país de origen.
Por parte de los países receptores, en su mayoría economías desarrolladas (EEUU y Europa), al recibir los flujos migratorios presentan efectos como: aumento en su fuerza laboral, que se traduce en aumentos del desempleo y en la presión de asistencia social, y pérdida de renta nacional por la emisión de remisas. De acuerdo con la ONU, los migrantes en países desarrollados envían anualmente 414.000 millones de dólares a sus países de origen.
Impactos en la cultura
No hay duda de que la migración genera procesos de homogenización cultural a nivel internacional. Mediante el intercambio, los países receptores adoptan costumbres y patrones de consumo. De esta manera se plantea una relación bidireccional entre migración y comercio.
A medida que la integración comercial se profundiza, hay movilidad de factores como el trabajo, que conllevan a la convergencia de salarios de los trabajadores entre los países. Este proceso se conoce como Teorema Heckscher-Ohlin-Samuelson.