La región Caribe ha sido objeto de inversión en los últimos años, y aunque el nivel de desarrollo no es el mismo en todos los departamentos, su aporte a la economía nacional es cada vez más preponderante y el nivel de vida de sus habitantes mejora, desde luego con disparidades.
Por consiguiente, se podría hablar de la consolidación como región Caribe como su principal reto para 2017 y en los años siguientes. Respecto a la actividad manufacturera en general encontramos un reto en fortalecer la actividad exportadora teniendo en cuenta las ventajas de localización de la región.
Vale la pena mencionar la cadena petroquímica, con alta potencialidad luego de la entrada en operación de Reficar. A lo anterior podríamos mencionar otros sectores como agroindustria, logística, sector náutico y astillero, salud, entre otros.
No hay duda de que el clúster petroquímico colombiano es uno de los más importantes de América Latina y se presenta como uno de los más claros ejemplos de cadenas globales de valor. Además, podría ser un gran detonante de crecimiento y desarrollo en la región, si se aprovechan todas las oportunidades de diversificación y sofisticación que esta cadena presenta.