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La reina del Carnaval es una figura que ha representado no solo la belleza, sino también la cultura de la fiesta más representativa de Barranquilla desde 1918, cuando Alicia Lafaurie Roncallo fue coronada como la primera soberana de esta celebración.

Por eso, en esta edición de +n no podíamos dejar por fuera lo que cuesta ser la embajadora de la riqueza cultural del Carnaval de Barranquilla. Es importante destacar que cada letra de este artículo se suscribe al ejercicio mismo de ser reina, independientemente del contexto en que se desenvuelva.

Son diversos los frentes que una reina debe cubrir: maquillaje, peinado, transporte, alimentación, vestuario, entre otros. En esta edición hemos tomado los más importantes para la experiencia de cada reina, y así estimamos cuánto podría gastar desde que es elegida hasta el día en que Joselito se va con sus cenizas.

Carnaval de Barranquilla S.A.S. es la entidad que trabaja para 'promover y salvaguardar las tradiciones, la memoria y la industria de nuestra fiesta'. Sus actividades principales, como la Batalla de Flores y la Gran Parada de Tradición, se desarrollan en la vía 40.

La organización indicó en una comunicación enviada a este medio que 'la reina del Carnaval recibe un aporte como hacedora de la fiesta' y se le otorga, además, 'un servicio de transporte para sus compromisos, su jefe de prensa, su carroza, tráiler y orquesta para su desfile en la Batalla de Flores, además de los eventos para su Bando y Coronación'. No obstante, aclara que 'la mayoría de sus gastos son asumidos por su familia y personas cercanas'.

De la misma manera, afirma que 'algunas empresas hacen donaciones, especialmente en sus eventos o necesidades específicas'. Por ejemplo: 'algunas entidades le han dado recursos para su corona, canción, vídeo o sus campañas'.