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Con solo 13 meses en el mercado, Igneo ha recuperado 60 toneladas de escombros en Barranquilla, de los cuales el 90% estaba esparcido como desechos en la ciudad, y han producido 120 productos mobiliarios para espacios públicos y el resto de material también fue aprovechado para obras constructivas.

María Fernanda Vargas, una de las socias de esta pequeña empresa barranquillera conformada por un equipo de 10 profesionales que definen su propuesta como un estudio de diseño e innovación, explica que la materia prima, con la cual hacen la diferencia con sus productos (escombros), es reincorporada nuevamente al ciclo económico. 'Nuestra especialidad está en el desarrollo diseño y fabricación de productos para amueblamiento urbano y espacio público. Esto tiene que ver con el proceso y con la calidad de los materiales para que el producto tenga una vida útil'.

La cantidad de escombros recuperados por Igneo no representa ni el 1% de los desechos de la actividad por año, ya que se estima que son 22 millones de toneladas que genera el país en el sector de la construcción cada año. La resolución 472 de 2017 del Ministerio de Medio Ambiente reglamenta la gestión integral de los residuos generados en la construcción y demolición, y proyecta que cada año las ciudades tendrán que aumentar su porcentaje de reciclaje del sector.  

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