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Durante los primeros años de Santos como presidente de Colombia, en el periodo 2010-2014, su Gobierno se caracterizó por la búsqueda permanente de acuerdos comerciales que le permitieran al país entrar en la dinámica mundial de la economía. Santos presentó el comercio exterior como un motor clave para el crecimiento económico. De modo que los tratados de libre comercio se empezaron a firmar uno tras otro y con ellos las proyecciones positivas que conseguiríamos en pocos años: miles de nuevos empleos, incremento de exportaciones nacionales, diversificación de productos, entre otras.

El éxito dependía de que las políticas nacionales se adaptaran a las necesidades del sector industrial y productivo, que no pasaba por sus mejores momentos. A casi un año de finalizar el Gobierno de Santos, se puede destacar que el sector industrial colombiano ha mostrado una recuperación, pero el balance comercial internacional del país todavía enfrenta retos importantes. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre agosto y septiembre de este año, la balanza comercial de Colombia creció un 70%, sin embargo, aún sigue siendo deficitaria: -274,5 millones de dólares FOB (free on board).

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su informe sobre el panorama de comercio latinoamericano, recomienda a Colombia mejorar el desarrollo de sus zonas francas y complejos portuarios al igual que innovar en los bienes y servicios comerciables que pone a disposición el mercado mundial. La recomendación prevé que las iniciativas proteccionistas que adoptarían los principales aliados comerciales del país (Estados Unidos, China y la Eurozona) en el 2018, muy probablemente generarán una reducción de las exportaciones de productos tradicionales.

Asimismo, dentro de sus proyecciones, la Cepal pronostica que las altas expectativas de riesgo sobre la recuperación económica en el mundo harían que el comercio mundial entre en un rumbo incierto y de pérdida de dinamismo, pasando de un crecimiento de 3,6% en 2017 a 3,2% en 2018. En este contexto, el país deberá fortalecerse con miras a mejorar sus indicadores de comercio exterior en medio de una coyuntura internacional complicada.

Camilo Almanza, profesor del IEEC de Uninorte, sostiene que en Colombia es necesario que se mejore el fomento de la inversión extranjera en sectores intensivos en innovación y tecnología, dado que el 55,5% de la inversión extranjera que llega al país se destina al sector de hidrocarburos y construcción. En el segundo trimestre de este año, la inversión extranjera en los sectores de industria manufacturera y de electricidad, gas y agua se recuperó: tuvieron crecimiento del 22% y 55%, respectivamente.