No puede ser más oportuna la Tertulia que celebra hoy EL HERALDO para abordar el problema del servicio eléctrico en la Región Caribe. Estamos ante un tema que despierta enorme sensibilidad en los ciudadanos y que, además, en estos momentos se encuentra en primerísimo plano informativo por las continuas deficiencias que se vienen produciendo en la prestación del esencial servicio.
Electricaribe, el operador, se encuentra desde hace tiempo en el ojo del huracán. Amplios sectores de la población –usuarios, mandatarios locales, dirigentes políticos, empresarios– le achacan a la compañía, controlada por una multinacional española, la máxima responsabilidad de la situación.
La empresa, a su vez, deriva la culpa a los usuarios morosos (entre ellos numerosas entidades públicas) y a los que directamente roban el fluido mediante conexiones fraudulentas. Hace unos días, precisamente, Electricaribe emprendió una polémica campaña publicitaria en la que, con un lenguaje muy directo, insta a los clientes a pagar debidamente el servicio. La iniciativa suscitó de inmediato un aluvión de encendidas críticas por parte de quienes percibieron una agresividad inaceptable en el mensaje de la empresa.
Electricaribe también ha invocado en ocasiones, en su defensa, la falta de implicación del Gobierno central en el problema. Muy en concreto, las dilaciones y la insuficiencia en los subsidios para los usuarios de los estratos 1 y 2 y para los sectores denominados subnormales, que es donde más se concentran la cartera morosa y las conexiones fraudulentas.
Más allá de los argumentos que expongan las partes concernidas, hay un hecho incuestionable, de indudable gravedad, y es que, tal como lo reveló este diario en su edición de ayer, la Región Caribe sufre 83,5 horas de apagones al año, frente a 17,25 de media en el resto del país. Una anomalía que afecta no solo a los usuarios –con incomodidades, daños de electrodomésticos y alimentos, etc.–, sino a la industria y comercio de una región que se esfuerza por salir de su proverbial pobreza.
¿Tiene justificación que los usuarios que abonan religiosamente el servicio padezcan cortes de luz porque otros no pagan? ¿Cuánta responsabilidad tiene Electricaribe en la acumulación de su cartera morosa? ¿Está haciendo realmente la compañía “lo que puede con lo que tiene”, como afirmó el ministro de Minas? ¿Ejerce debidamente la Superintendencia de Servicios un control riguroso sobre la empresa? ¿Cuál es la parte de culpa del Gobierno central en el estado de postración del servicio eléctrico en la Costa? ¿Y cuál la de los morosos y defraudadores?
Para la Tertulia de hoy está prevista la asistencia, entre otros, de los gobernadores de Atlántico y Magdalena, los alcaldes de Barranquilla y Soledad, la superintendente de Servicios, el gerente de Electricaribe, dirigentes gremiales y líderes de opinión. Esperamos que el debate permita encontrar una luz (nunca mejor dicho) al final del túnel.