La auditoría que reveló presuntas irregularidades en la actuación del exdirector seccional de Fenalco Carlos Jiménez tiene a esta asociación gremial sumida en una grave crisis. Las reflexiones que surgen después de que EL HERALDO revelara ayer el resultado del peritaje realizado por la firma especializada R&B Asociados SAS Consultores, apuntan a aspectos relacionados con los controles que deben tener las juntas directivas sobre lo que hacen las cabezas de las organizaciones.
La auditoría se realizó sobre las vigencias de 2015 y 2016, tocando algunos aspectos de 2010. En ese lapso, los expertos encontraron anomalías que supuestamente hizo el director seccional, como aportes en dinero a políticos, arrendamientos de vehículos sin autorización y pagos al gremio que no entraban a sus arcas, entre otros.
Todos estos hallazgos ponen en evidencia que Jiménez tenía amplio poder para hacer lo que considerara pertinente en un gremio de gran importancia y prestigio dentro del sector empresarial de la ciudad. Y que la junta directiva confiaba en su labor, desempeñada sin quejas conocidas.
Lo anterior deja en claro que los miembros de las Juntas directivas deben estar más atentos a las ejecuciones de la cabeza de la organización, por más que se trate de una persona de entera confianza.
La experiencia indica que caer en personalismos y saltarse los controles administrativos de las organizaciones nunca es bueno, porque terminan abriendo boquetes de descontrol y excesos, como parece ser el caso en cuestión. Jiménez, que no pudo ser contactado por EL HERALDO ante insistentes llamadas para que diera su versión, habría utilizado el poder de su cargo para decidir sobre el destino de dineros que no aparecían reportados debidamente en los informes.
En cualquier caso, todo lo dicho hasta aquí es materia de una investigación que está en curso, en la cual a Jiménez le asiste la presunción de inocencia y podrá defenderse en los tribunales.
También habría que disipar las dudas de si las actuaciones de Jiménez habrían salido a la luz de no haber protagonizado previamente un escándalo de maltrato doméstico. La mejor manera de que no queden esas dudas es que esta investigación llegue hasta sus últimas consecuencias.
Ayer, en declaraciones a este medio, el presidente nacional de Fenalco Guillermo Botero, expresó que es muy probable que surjan más revelaciones de esta investigación.
Gran favor le harían los órganos de control a Fenalco y a los gremios desentrañando todo lo que pudo haber ocurrido, llegando al fondo de esta situación.