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Un nuevo término ha irrumpido en el léxico empresarial barranquillero, y es muy probable que, más pronto que tarde, acabe formando parte de las conversaciones cotidianas de los habitantes de la ciudad. No referimos a ‘offshore’, expresión anglosajona que se podría traducir como “alejado de la costa” o “costa afuera”.

La palabra puede hacer alusión a muchas cosas, pero se utiliza primordialmente para identificar las explotaciones petrolíferas o gasísticas que se realizan a mar abierto, frente a las costas de un territorio determinado.

Quizás muchos barranquilleros desconozcan que, a lo largo de toda la franja de la Costa Caribe colombiana, varias multinacionales petroleras, en asocio con Ecopetrol, han iniciado –o se disponen a hacerlo en breve– sondeos para determinar la presencia de yacimientos petroleros submarinos. El Gobierno central ha adjudicado contratos para la prospección en 24 bloques marinos a compañías como Repsol, Adanarko, Shell o Petrobras.

Esta operación, que se encuentra en una fase incipiente, constituye –si la búsqueda llega a buen término y si, además, como confiamos, se cumplen las exigencias medioambientales– una oportunidad de oro para el desarrollo de Barranquilla y el departamento. Pero para aprovecharla será imprescindible que los líderes empresariales, políticos y cívicos tengan la altura de miras necesaria para asumirla como un proyecto común, por encima de intereses partidistas o particulares.

La sola exploración de potenciales yacimientos exige una vasta red de servicios, provisiones y subcontrataciones que abarcan un amplio espectro de sectores productivos: hotelero, sanitario, alimentario, industrial, comercial, laboral, portuario... Y si las exploraciones conducen al hallazgo de reservas de petróleo o gas, resulta obvio colegir que el impacto económico positivo será mayor y mucho más prolongado en el tiempo.

Sobre este ‘fenómeno offshore’ se hablará precisamente hoy en Barranquilla, en un encuentro convocado por la Asociación Nacional de Industriales (Andi), seccional Atlántico y en el que estarán altos representantes del Gobierno, altos cargos de multinacionales del petróleo, líderes gremiales y empresarios.

Es importante que a los representantes de las grandes compañías petroleras, así como a los funcionarios del Ejecutivo central, les quede bien claro que nuestra ciudad reúne sobradamente todas las condiciones para convertirse en el epicentro de la actividad que se desarrolle frente a la Costa Caribe.

Al mismo tiempo, los líderes empresariales, políticos y sociales de Barranquilla deben tener plena conciencia de que, como señalamos antes, estamos ante una oportunidad única para la ciudad y desplegar el máximo esfuerzo para que esta responda al desafío.

Ahora bien: no emulemos a la lechera de la fábula de Esopo. Simplemente, preparémonos para el eventual escenario de que los sondeos arrojen resultados positivos.