Barranquilla y el Atlántico así lo han entendido y por eso se empiezan a recoger los frutos de la inversión en los niños y adolescentes de nuestros territorios.
Ni el Gobierno regional ni el nacional fueron capaces de dar la talla para gestionar una catástrofe natural sin precedentes que revictimizó a los afectados.
El magnate republicano regresa con más votos, respaldo y poder que nunca, dispuesto a pasar cuentas de cobro a su “enemigo interno”. ¿Democracia en riesgo?
Lejos de su otrora dinamismo económico, el sector resiste, pero ¿por cuánto tiempo más? Sin decisiones adecuadas para reactivarlo, seguirá perdiendo empleos.