La implementación normativa del acuerdo de paz con las Farc marcará la agenda del Congreso de la República en el fin del segundo cuatrienio del gobierno Santos, y desde ya empiezan a medirse las fuerzas entre Legislativo y Ejecutivo con miras a un año electoral que se anuncia intenso.
La conformación del nuevo gabinete ministerial será clave para definir el ganador de este pulso en el que se juega el futuro del proceso de paz. Esta semana los funcionarios más cercanos al presidente presentaron su renuncia protocolaria, y están a la espera de la decisión del mandatario, quien ya ha calificado como tema prioritario en el marco del acuerdo la reglamentación de la Justicia Especial para la Paz. Para el Gobierno se trata de una contrarreloj ya que el 26 de septiembre deben estar designados los magistrados que impondrán las penas.
De este tema se desprenderán otros de vital importancia como la reforma política, que busca que solo existan listas cerradas para las corporaciones públicas, con lo cual se pretende que los procesos sean más transparentes, y la circunscripción especial, que conformarán las 16 zonas más azotadas por la guerra interna, las cuales contarían con una curul cada una en la Cámara de Representantes.
A pesar de que la coalición mayoritaria del Congreso sigue apoyando a Santos, no será fácil que la normativa se imponga como el Gobierno y las Farc aspiran. La cercanía del debate presidencial ha minado la cohesión que existía en torno al tema de la paz, y hoy está claro que los partidos persiguen sus propios intereses.
En ese orden de ideas, mantener la coalición para sacar adelante los proyectos de ley que sustenten el acuerdo será el objetivo para el que deberá estar alineado el nuevo gabinete.
Otro tema que genera ampolla es la polémica Ley de Tierras, que plantea facilitar el acceso a la tierra y aumentar su producción en distintos frentes. El Gobierno ha reiterado que se respetará la propiedad, pero continúan los cuestionamientos desde distintos sectores de la sociedad.
La Costa jugará un papel clave en este momento político, ya que el barranquillero Efraín Cepeda Sarabia preside desde ayer el Senado, con los cartageneros Andrés García Zuccardi y Antonio José Correa como vicepresidentes. A ello se suma la presencia de la ‘bancada costeña’, que, la verdad sea dicha, ha desatendido, durante la mayor parte de la legislatura, su compromiso de actuar también como un lobby regional.
Esperamos que ese papel clave de la Costa lo sea no solo para impulsar proyectos de ámbito nacional, sino, también, para promover o desatascar proyectos de interés para nuestra región. Ojalá, pues, nuestros representantes estén a la altura de las circunstancias en este año final del ‘santismo’.