Las 400 horas de grabaciones que recopiló la Fiscalía de las conversaciones telefónicas que ponen al descubierto una trama oscura en la elección de la contralora de Cartagena, Nubia Fontalvo, y que se han ido conociendo en las audiencias contra el suspendido alcalde de esa ciudad, Manuel Vicente Duque, su primo, un concejal y la funcionaria en mención, son un revelador testimonio de la forma en que se ha enquistado en la región el tráfico de influencias y la corrupción.

Aunque serán las autoridades judiciales las encargadas de dictar sentencia y determinar las responsabilidades de cada uno de los capturados, los audios que sustentan la denominada ‘Operación Heroica I’ son contundentes. En uno de ellos, quizá el de más repercusión, se escucha cómo se usaba el término “libros” para referirse en clave a millones de pesos, por lo que la Fiscalía concluye que la elección de la contralora Fontalvo costó “763 libros”.

Esta situación, que fue calificada con ironía como la “revolución del enciclopedismo ilustrado” por el propio fiscal general, Néstor Humberto Martínez, revela lo bajo que han llegado algunos políticos de la región, que incluso utilizan técnicas de la delincuencia como el lenguaje cifrado.

El uso de la palabra “libros” en las conversaciones grabadas llevó a la Fiscalía a realizar una investigación para establecer si en el periodo en que fue utilizado frecuentemente el término, a principios del año 2016, el Concejo había suscrito algún contrato para que los cabildantes adquirieran tabletas, libros o enciclopedias, lo que resultó negativo. Luego de esto, los investigadores tiraron el hilo y encontraron que se trataba de un código para lograr que la administración distrital accediera al control de este organismo, con todas las cuotas burocráticas a su favor, pues ya se había perdido la Personería.

Los audios evidencian que el poder de los “libros” fue mayor que el del concurso de méritos, que no se tuvo en cuenta para la elección. Todo se alineó de manera tal que, según la Fiscalía, el 8 de enero de 2016 los concejales votaron favorablemente a Fontalvo.

En Cartagena era un secreto a voces, desde antes de las capturas, el poder que ejercía el primo del alcalde, José Julián Vásquez, lo que ha quedado confirmado con esta investigación.

Las pesquisas de la Fiscalía dan cuenta de que a instancias de Vásquez se llevó a cabo una reunión en el Palacio de la Aduana, con la presencia del alcalde Duque, en la que se acordó cómo se repartirían los contratos a los que la contralora se había comprometido.

Esta investigación es apenas la punta del iceberg de lo que se viene con el caso de las licencias de construcción en la capital de Bolívar. La tragedia del edificio Blas de Lezo no se puede pasar por alto.