Un lazo rosa es el símbolo que cada 19 de octubre busca generar, en hombres y mujeres por igual, un llamado a la conciencia sobre el cáncer de mama. Las fachadas de edificaciones tradicionales se iluminan con este color en miles de ciudades -Barranquilla no es la excepción- y, por un día, la imagen es compartida por millones de personas y se vuelve viral en las redes sociales.
Pero el objetivo de una fecha como la de hoy, Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, es que el compromiso de toda la sociedad vaya más allá de 24 horas, ya que la detección temprana de este tumor maligno puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
El aprendizaje de las técnicas de autoexploración mamaria es una de las claves para poder detectarlo a tiempo, lo mismo que las revisiones periódicas con el médico y la mamografía. Para recordar esto, no por moda, se utiliza el cintillo rosa en el pecho o en los perfiles de Instagram, Twitter y Facebook.
Aunque en Estados Unidos y Europa las cifras han bajado en las últimas décadas gracias a la detección temprana, según la Organización Mundial de la Salud, (OMS) cada año en el mundo se producen 1.3 millones de casos y cerca de 500.000 muertes, siendo el cáncer más frecuente en mujeres.
En Colombia se detectan 8.600 nuevos casos cada año, según el Ministerio de Salud, y unas 2.600 mujeres mueren durante ese periodo. Estas cifras convierten a esta patología en un problema de salud pública, por lo que siempre hay que estar alerta. Las ciudades con más incidencia son Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Santa Marta y San Andrés.
La enfermedad puede tener origen hereditario, pero hay factores externos, como la comida, el consumo de licor, la falta de actividad física y el estrés, que contribuyen a su aparición, de acuerdo con los especialistas.
Además de la Liga Colombiana contra el Cáncer, en el país cada vez hay más fundaciones o grupos de apoyo que trabajan en la prevención o brindan asistencia en caso de padecerlo. Gracias a su trabajo, iniciativas como la de hoy no son aisladas, sino que forman parte de un conjunto de acciones en las que la visibilización de la enfermedad ha sido el primer paso.
En tal sentido, el denominado ‘efecto Jolie’, causado por la actriz Angelina Jolie cuando dio a conocer que se había practicado una mastectomía doble para reducir el riesgo de contraer la enfermedad que provocó la muerte de su madre, le dio rostro a una realidad que ya era vivida por millones de mujeres.