Las recientes denuncias anónimas contra algunos miembros de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) están en manos de Departamento de Justicia de ese país, y son materia de investigación.

Los señalamientos dan cuenta de presuntos episodios de violencia doméstica, utilización de dineros oficiales para contratar prostitutas y filtración de información confidencial a las mafias del narcotráfico.

Se entiende que todas las acusaciones son graves, pero sin duda la más delicada de ellas es la que tiene que ver con la supuesta corrupción de agentes norteamericanos en favor de los carteles de drogas, lo cual, de ser confirmado, implicaría una situación delicada, teniendo en cuenta que la agencia juega un papel fundamental en la efectividad y transparencia de las operaciones contra el narcotráfico en Colombia, un tema vital para ambas naciones.

El oficial de más alto rango de la DEA en la región, Richard Dobrich, ha negado rotundamente que los hechos denunciados hayan ocurrido, y que tengan alguna relación con su inminente salida del cargo, que, según sus palabras, obedece a su decisión de trabajar en el sector privado. Y fue más allá al afirmar que todo se trata de un complot contra la agencia, aunque no develó si el presunto montaje obedece a algún caso en particular del que él o su equipo se hayan ocupado.

No son nuevos los rumores sobre conductas cuestionables de algunos agentes de diversas agencias de Estados Unidos. Hace apenas unos años, la noticia que involucró a miembros en la DEA con el tráfico sexual en Cartagena, durante la Cumbre de las Américas, le dio la vuelta al mundo.

La cooperación que nuestro país recibe de esta institución es vital para conseguir los logros que Washington nos exige en materia de narcotráfico; y esos resultados dependen, en gran medida, de que sus efectivos que operan en nuestro territorio actúen en estricto cumplimiento de le ley, la ética y la transparencia.

A pesar del hermetismo que guardan las agencias de Estados Unidos acerca de investigaciones internas que involucran a personal apostado fuera de su país, clarificar este asunto es muy importante a sabiendas de que la DEA es una institución clave en la lucha contra el narcotráfico, especialmente en un país como Colombia.