Por estos días se desarrolla el XIII Festival Internacional de Música de Cartagena, un evento que se ha consolidado como el más importante en su clase de América Latina.

La atmósfera mágica que ofrece La Heroica sirve como escenario ideal para generar una comunicación dinámica e interesante entre la llamada música clásica europea y las expresiones contemporáneas de la música tradicional latinoamericana, además de permitir un acercamiento del público a unas manifestaciones artísticas que suelen asimilarse como exclusivas de entendidos.

Por otra parte, el Festival sirve como una posibilidad de oro para las orquestas, coros, bandas y solistas colombianos que buscan la oportunidad de presentarse ante audiencias masivas, empresarios y críticos especializados.

Los organizadores estiman que durante los nueve días que dura el evento aproximadamente 25 mil espectadores asisten a 35 conciertos –9 de ellos transmitidos en directos por televisión para todo el mundo–, en los que participan 250 músicos. Pero eso no es todo: esta amplia programación se complementa con conferencias, talleres, exposiciones y jornadas pedagógicas dirigidas a jóvenes músicos y docentes locales.

Ha sido una costumbre que el Festival se valga de una premisa temática alrededor de la cual gira toda la programación. En la edición de este año los organizadores quisieron poner de presente la relación entre el pensamiento musical y la reflexión científica, un diálogo que ha resultado trascendental en la obra de algunos de los más importantes compositores clásicos de la historia.

Siguiendo esta idea, este año se le rinde un homenaje especial a Johann Sebastian Bach, quizás el más grande compositor de todos los tiempos, cuya música, según los entendidos, guarda una estrecha relación con la perfección de la que son capaces las frecuencias numéricas.

Entre los cientos de grupos y solistas participantes, la presente edición del Festival destaca la presencia de la Philharmonia Orchestra de Londres, el English Baroque Solists, la Filarmónica Joven de Colombia, la pianista canadiense Angela Hewitt y los directores John Eliot Gardiner y Natalie Murray Beale.

Este tipo de eventos son una oportunidad para visitar Cartagena y disfrutar de sus teatros, plazas e iglesias en lo que resta de este Festival, que va hasta el próximo 13 de enero. Es una opción, no solo de acercarse a la música clásica, sino de experimentar, de una manera mágica y distinta, a nuestra querida ciudad amurallada.