La captura de un patrullero activo de la Policía, acusado de pertenecer a la organización criminal ‘El taco de la mona’, dedicada al microtráfico de drogas ilícitas, demuestra la capacidad de corrupción que este negocio ejerce en la ciudad.

Ya es alarmante que un miembro de la fuerza pública se convierta en aliado de narcotraficantes, pero lo es aun más el hecho de que esta banda en particular dedicara una gran parte de sus fechorías a venderles drogas a niños, niñas y adolescentes del barrio El Bosque, incluso en las calles aledañas a sus colegios.

El nivel de maldad contenido en este tipo de criminalidad solo puede comprenderse en la falta total de empatía que gobierna a estos delincuentes, personas que no tienen recato alguno en seducir a niños inocentes y poco a poco convertirlos en adictos que con el tiempo serán los clientes exclusivos de su macabra industria.

Las acciones policiales efectivas, como la que dio con la captura del patrullero José Navarro Castilla y de otros seis miembros de su banda criminal, deben multiplicarse, y ningún esfuerzo en inteligencia, pie de fuerza y coordinación con la ciudadanía debe ahorrarse si el objetivo es proteger la salud y la vida de nuestra infancia.

Y así como la justicia está obligada a entregar resultados, es deber de las autoridades departamentales y municipales redoblar los planes a largo plazo para que se fortalezca la prevención del consumo de drogas en niños y niñas, así como el tratamiento oportuno para los adictos.

En este trabajo conjunto deben participar, además de las entidades del Estado, padres de familia, organizaciones sociales y colegios, todos unidos en un frente común para luchar con toda la determinación posible contra un flagelo que se lleva por delante la vida y el futuro de un sector de la población tan vulnerable y muchas veces tan indefenso.

Que todo el peso de la ley caiga sobre la desmantelada banda de ‘El taco de la mona’, y que no cesen los esfuerzos por erradicar de nuestra ciudad, de nuestros colegios y de las vidas de nuestros niños, niñas y adolescentes el tráfico de sustancias ilegales y sus trágicas consecuencias.