Ahora sí noviembre se convirtió en el nuevo diciembre. La cada vez más extendida costumbre de entrar en modo Navidad tras Halloween, decorando viviendas, sectores residenciales y comerciales con los elementos propios de la temporada más entrañable del año, adquirió una dimensión distinta en este difícil tiempo de la pandemia. Por primera vez, la prima de Navidad se pagará de manera anticipada y quienes reciban este ingreso contarán con recursos adicionales para realizar sus compras, como en los cierres de cada año.

Por decisión del Gobierno nacional, la prima se le abonará a más de 1,2 millones de funcionarios públicos, entre el 15 y el 30 de noviembre. En algunos casos ya se pagó, como hizo la Gobernación del Atlántico. El presidente Iván Duque acogió la iniciativa del abogado barranquillero Charles Chapman, revelada por EL HERALDO a principios del mes de octubre, que contó con el apoyo de la Cámara de Comercio de Barranquilla, el Comité Intergremial de Atlántico, Fenalco, ProBarranquilla, AmCham, la ANDI y la Lonja de Propiedad Raíz, entre otros gremios.

La propuesta también respaldada por la bancada de congresistas del Atlántico saltó de Barranquilla a otras zonas del Caribe colombiano y al resto del país. El espaldarazo de las cámaras de comercio a nivel nacional le dio impulso adicional y otros 1.4 millones de empleados, pero del sector privado, recibirán en los próximos días el ingreso anticipado.

Impulsar la recuperación del comercio, con la inyección de cerca de $4 billones a la economía nacional, es uno de los objetivos de la medida, al otorgarle mayor capacidad de compra a los trabajadores oficiales y de las empresas privadas que se puedan permitir adelantar los pagos, pero el más importante de los efectos de la decisión apunta a garantizar el cumplimiento de las normas sanitarias impuestas por la pandemia, evitando las tradicionales aglomeraciones navideñas. Nadie puede bajar la guardia ni pasar por alto la presencia del virus entre nosotros ante el riesgo latente de un repunte de casos si se relajan las acciones preventivas.

Escalonar las compras, de manera segura, es imprescindible en este escenario de reactivación económica promovido por el Gobierno nacional en consenso con el sector comercio que acaban de anunciar un tercer día sin IVA, el sábado 21 de noviembre, en el que esperan $5,5 billones en ventas, y además un ‘Black Friday’, con varias jornadas de grandes descuentos, entre el 27 y 29 de este mismo mes, en las que no habrá ventas presenciales, solo electrónicas y televentas.

En tiempo de vacas flacas, como el actual, es coherente darle un manejo previsivo al dinero ahora que también se anuncia el pago anticipado de los giros sociales del Estado, pero sobre todo, quienes decidan aprovechar los beneficios del tercer día sin IVA deben ser responsables con su salud. Es oportuno recordar la caótica jornada sin IVA del 19 de junio pasado, cuando desaforados compradores acudieron en masa a las grandes superficies para aprovechar las rebajas causando alarma en plena expansión del virus. Improvisación gubernamental y consumismo desbordado. Peor, imposible.

Pero como reza el dicho popular, solo Dios y los imbéciles no cambian, así que para evitar las ‘supercontagiadoras’ aglomeraciones, el 21 de noviembre no habrá venta presencial de electrodomésticos y televisores, únicamente digitales, todo un reto para las plataformas de comercio electrónico del país. Anticipar la Navidad abre también una ventana de esperanza para empresarios y comerciantes que, como verdaderos héroes, han soportado las vicisitudes de este año nefasto para su actividad. ‘Comprar lo Nuestro’ es una forma de aportar significativamente al sostenimiento de tantas familias necesitadas de un empujón para terminar con dignidad este 2020.