En febrero de este año, en este mismo espacio editorial nos preguntábamos que si el 2021 sería por fin el año del puerto, ilusionados tal vez con la contratación, anunciada con bombos y platillos, de la draga Bartolomeu Dias, sobre todo después del millonario contrato por más de $22 mil millones con el consorcio Shanghai-Ingecon en 2020, con el que finalmente no se logró la meta de 10,2 metros en el calado del canal de acceso.

La respuesta, finalizado el primer semestre de este año, es no. El 2021 parece que tampoco será el año del puerto barranquillero.
En cinco campañas ejecutadas por la máquina procedente de Bélgica se removieron más de 1.340.000 metros cúbicos de sedimentos. En el último ciclo, concluido el 14 de junio, el acceso a la zona portuaria terminó con un calado operativo de 9,5 metros, reportó en su momento Cormagdalena.

El canal lleva ya tres semanas sin dragado, y en este tiempo se registró el encallamiento del buque Amber Bey y el calado autorizado por la Dimar cayó a 7,5 metros, el más bajo de los últimos 20 años.
El panorama no puede ser más desolador y preocupante para una ciudad elevada a la categoría de Distrito Especial, Industrial y Portuario, que vive en constantes problemas con su movimiento de carga por cuenta de la sedimentación que obliga a desviar permanentemente barcos para aligerar su peso, complicando la competitividad de la ciudad.

Solo en la última semana, según reportes de Asoportuaria, 8 motonaves han tenido que ser desviadas a puertos vecinos, lo que representa 70 mil toneladas de carga. Una enorme muestra de “la afectación y la urgencia del tema, que debe tratarse y resolverse como tal”.

Se esperaba que para este tiempo ya se hubiera abierto el proceso licitatorio para la esperada APP del río Magdalena, anunciada por Cormagdalena y el Ministerio de Transporte; sin embargo, la ciudad sigue a la espera del anuncio.

En tanto eso sucede, Findeter ha abierto este año tres convocatorias para contratar el dragado permanente y preventivo que demanda Barranquilla para su canal de acceso. Las dos primeras no tuvieron proponentes, y la más reciente fue declarada desierta porque solo se postuló una oferta y no cumplía con los requisitos exigidos.

Ya vamos a completar un mes sin remoción de sedimento, y mientras la Financiera de Desarrollo Territorial hace una nueva convocatoria y se encuentra una draga pasarán al menos unos 45 días. ¿Cómo podrá superarse la crítica situación del canal de acceso a la zona portuaria de la capital del Atlántico?

A este paso, ya más de un escéptico no sabe si la APP será la solución a los eternos e históricos problemas del puerto marítimo y fluvial de la Puerta de Oro. En cada episodio de este tipo, que se repite cada año, sin falta, resurge el superpuerto de aguas profundas, ese que se dice le permitiría a Barranquilla recibir buques de gran calado, y por ahí derecho ser un puerto realmente competitivo. Pero además, nos preguntamos, cuándo podrá el único distrito portuario de la Costa Caribe tomar las decisiones sobre el futuro de su actividad fluvial y marítima.