Tres de cada 10 niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe viven con sobrepeso. Con esta cifra el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó esta semana sobre el panorama de la alimentación y la salud de los menores en la región. Siendo las principales causas de este incremento el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas y la falta de actividad física.
Aunque la organización aclara que durante la pandemia estas situaciones se vieron intensificadas por cuenta de los aislamientos obligatorios para la contención y prevención del covid-19, no deja de preocupar que nuestros niños, cada vez más, tengan que padecer las consecuencias de la falta de conciencia en torno a las acciones que se deben tomar desde todos los actores y frentes para protegerlos y evitar que en un futuro puedan padecer enfermedades graves derivadas de una alimentación inadecuada.
Y es que, de acuerdo con Unicef, la OMS y el Banco Mundial, en América Latina y el Caribe, en 2020 el 7,5 por ciento de menores de 5 años vivían con sobrepeso, lo que representa cerca de 4 millones de niños y niñas. Cifra con la que la región supera el porcentaje del promedio a nivel mundial, que es del 5,7 por ciento.
En ese panorama, cabe señalar que el fácil acceso a dichos alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas no hace más que ahondar la problemática, a la que se suma la falta de ingresos de muchas familias que perdieron sus empleos durante la pandemia, el alza en los precios de los alimentos, y los almuerzos y loncheras que millones dejaron de recibir porque no podían asistir a las escuelas.
Aquí no caben sino acciones contundentes, que implican un trabajo en conjunto que involucra a familias, gobierno, instituciones académicas, sector privado y organismos internacionales para velar por la promoción del etiquetado frontal nutricional, que ayuda a brindar información relevante para tomar decisiones a la hora de comprar un producto; el fomento de la lactancia materna como fuente para la prevención de enfermedades a futuro, entre estas la obesidad; incentivar la recuperación de los programas de alimentación escolar y promover espacios para que los niños puedan realizar actividad física.
El llamado es a enfrentar una lucha colectiva para que nuestra descedencia tenga un futuro saludable. Son de resaltar las palabras de Jean Gough, director regional de Unicef para América latina y el Caribe, para quien, “antes de la covid-19, prevenir la obesidad era imprescindible y ahora es más urgente que nunca”.
De acuerdo con Unicef, la OMS y el Banco Mundial, en América Latina y el Caribe, en 2020 el 7,5 por ciento de menores de 5 años vivían con sobrepeso, lo que representa cerca de 4 millones de niños y niñas. Cifra con la que la región supera el porcentaje del promedio a nivel mundial, que es del 5,7 por ciento.