Tres noticias verdaderamente tristes y preocupantes tuvimos que registrar en las páginas de EL HERALDO en los dos primeros días hábiles de este 2022, relacionadas con el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
La primera fue la captura de una joven madre de solo 18 años que, al parecer – al menos así lo denunciaron familiares –, habría atacado a mordiscos a su hijo de solo 8 meses en el barrio La Manga, de Barranquilla. El pequeño, valorado en un centro asistencial, tenía lesiones en su cuerpo que estaban infectadas, pero además presentaba un cuadro de desnutrición, por lo que fue puesto en manos del Bienestar Familiar para el proceso de restablecimiento de derechos. Un juez declaró ilegal la captura por no haber sido en flagrancia y dejó en libertad a la joven, quien permanecerá vinculada a la investigación.
La segunda noticia, otra vez con lugar de ocurrencia en Cartagena, fue la de varios menores que fueron captados por una cámara de seguridad cuando consumían licor en una tienda de abarrotes en el barrio Lo Amador –hace un año fue en Olaya Herrera–. De 7 menores, lograron trasladas 3 niñas de entre 9 y 10 años con sus padres a una comisaría de familia para establecer responsabilidades y restablecer los derechos de las menores.
La tercera, y mucho más grave aún, fue el campanazo de alerta que emitió este lunes la Defensoría del Pueblo por las cifras de suicidio infantil en el país. En un comunicado de prensa, el ente advierte que entre enero y octubre del año pasado –según cifras de Medicina Legal– se registraron en el país 2.122 suicidios, “de los cuales 227 fueron de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años. Para el mismo lapso de 2020 habían sido reportados 222 casos”.
La alerta de la Defensoría busca llamar la atención de la sociedad para tomar acciones que frenen este problema, “construyendo relaciones familiares sanas” para brindar “confianza, apoyo y seguridad” a los niños, niñas y adolescentes.
Las autoridades de todo orden están llamadas a tomar acciones para garantizar el bienestar, la salud, la educación y las oportunidades a los menores de nuestro país. Sí, eso es así. Pero, definitivamente, es en los hogares donde se deben procurar las primeras acciones para educarlos, amarlos y protegerlos y brindarles todas las herramientas para crecer y tomar decisiones saludables para sus vidas.
No es con maltrato que podrán entender cómo comportarse; no tienen la edad para que su cuerpo soporte la ingesta de alcohol y mucho menos la capacidad para asumir las consecuencias de tomarlo y de lo que ello puede derivar. Solos, ignorándolos, maltratándolos, no brindándoles un buen entorno, no amarlos, puede empujar a nuestros niños, niñas y adolescentes a tomar decisiones fatales y engrosar una estadística que no puede, no debe, seguir creciendo.
En Cartagena nuevamente fueron encontrados menores ingiriendo licores, un bebé de solo 8 meses fue atacado a mordiscos, al parecer por su propia madre, una joven de 18 años, y la Defensoría del Pueblo lanzó un campanazo de alerta por el suicidio infantil.