La democracia en la región Caribe está siendo atacada, según la Misión de Observación Electoral, por dos grandes parásitos que ponen constantemente en jaque el normal desarrollo de cualquier tipo de comicios: la violencia y el fraude electoral.

Los informes recientes, también emitidos por la Defensoría del Pueblo, revelan una vez más la grave situación que se vive en esta parte de Colombia, que en esta ocasión se ha agudizado por el rearme de grupos paramilitares en el Magdalena, el accionar criminal del Clan del Golfo en los Montes de María y el sur de Córdoba y la lucha por el control de los corredores de narcotráfico en el norte del Cesar.

Para colmo de males, la violencia no es único factor que pone en riesgo las elecciones del 13 de marzo; sino que se ha generalizado y hasta normalizado la compra de votos en territorios de la región donde -según la MOE- hay un uso desmedido de recursos en las campañas electorales, ocultos tras la caja negra que aún hoy representa la falta rendición de cuentas en torno a la financiación de las mismas.

Según la MOE, Córdoba es el departamento de la región Caribe con mayor número de municipios que presentan riesgos de violencia con un índice extremo: Montelíbano, Puerto Libertador, San José de Uré y Tierralta, territorios del sur del departamento que continúan bajo el flagelo de la guerra, que en esta ocasión es propiciado por el Clan del Golfo, que creó su base en el Nudo del Paramillo.

Asimismo, la situación es parecida en Pueblo Bello, uno de los ocho municipios del departamento del Cesar que presentan algún riesgo por violencia. En este municipio, según la Defensoría del Pueblo, al menos 30 familias han sido desplazadas por el accionar de grupos criminales.

En los Montes de María, por otro lado, el panorama es cada vez peor. “Siete de los municipios de la circunscripción Montes de las María están en riesgo extremo”, aseguró el delegado de la MOE de esta región.

Por otro lado, en materia de fraude elector, la MOE precisó que en el Atlántico detectó que la situación más completa se registra en Piojó, Suan y Usiacurí, tres municipios con riesgo extrema por posible fraude electoral tanto en Cámara de Representantes como a Senado de la República.

En este sentido, para hacerle frente a los riesgos anteriormente mencionados, la MOE hizo una llamado a las distintas autoridades convocar diferentes Comisiones de Seguimiento Electoral, una serie de esfuerzos en pro de la democracia que incluyen a la sociedad civil que de no cumplirse con la seriedad y urgencia necesaria, mantendría ligada a la región Caribe al lastre de la corrupción y la violencia.