Salinas del Rey tiene una ubicación privilegiada que hasta hace poco tiempo no dimensionábamos en el Atlántico.

A 30 minutos de Barranquilla y 45 de Cartagena, en la zona costera del municipio de Juan de Acosta, los vientos, especialmente entre diciembre y abril –con una constante entre 25 y 35 nudos diarios–, así como la temperatura en aire y agua –28°C en promedio–, hacen de esta playa del Atlántico el mejor lugar del mundo en esta temporada para la práctica de kitesurf o windsurf, sobre todo entre febrero y marzo, así lo reseña whenwherekite.com, el portal consultado por los adeptos a estos deportes para ubicar los mejores lugares para practicarlos.

Los conocedores y practicantes de estas disciplinas, especialmente los europeos, comenzaron a valorar hace algunos años las condiciones de Santa Verónica, y puntualmente de Salinas del Rey, para considerarlo un importante destino para afinar sus destrezas en los deportes náuticos.

Sin embargo, ni las autoridades municipales, departamentales o nacionales habían tenido la visión de utilizar las condiciones climáticas y atmosféricas de este lugar para desarrollar una apuesta turística que diera valor y generara oportunidades de empleo para la zona.

Acertadamente la gobernadora Elsa Noguera trazó en su programa de gobierno, y posteriormente en el plan de desarrollo 2020-2023, su clara intención de aprovechar los recursos naturales y climáticos del territorio atlanticense para generar turismo alrededor de las características que ofrece cada municipio. Así han surgido estrategias como Usiacurí es más y La Ruta del Girasol, que claramente combinan la atracción de turismo con el desarrollo productivo y la generación de empleo, especialmente en el proceso de reactivación económica tras la pandemia del covid-19.

En esa visión de explotar las fortalezas de cada zona del Atlántico, el municipio de Juan de Acosta y su playa Salinas del Rey acoge por estos días a 45 kitesurfistas de 30 países que compiten en la primera parada de la temporada 2022 del World Tour, organizado por la Global Kitesports Association.

No cabe la menor duda de que la competencia cumplirá con el objetivo de poner en el radar del turismo deportivo al Atlántico, y esto será complementado con la puesta en marcha del Centro de Deportes Náuticos, cuya construcción ya adjudicó la Gobernación y en la cual se invertirán $24 mil millones.

Toda una apuesta estratégica que busca aumentar la atracción del travel sport y en consecuencia impulsar el desarrollo económico de la zona costera. Merecido reconocimiento y aplauso a estas iniciativas, que ahora también deberán ser complementadas con el fomento de estas disciplinas deportivas para que Santa Verónica no solo se inscriba en el mapa mundial como uno de los mejores destinos de América para practicarlas, sino como un semillero de campeones de las mismas.