La de este jueves fue una intensa jornada para el mandatario electo de los colombianos, Gustavo Petro, quien se reunió con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en “procura de construir la hoja de ruta común entre las dos administraciones”. También lo hizo con el de Manizales y la noche del miércoles con el de Medellín.
Sostuvo diálogo telefónico con el alto representante de la Unión Europea para política exterior y asuntos de seguridad, Josep Borell.
Se reunió con la bancada del Pacto Histórico y allí le dio el aval a quien fuera su jefe de campaña parlamentario, Roy Barreras, para aspirar a la Presidencia del Senado de la República en el periodo legislativo que arranca el próximo 20 de julio. Una decisión celebrada por muchos, pero a la vez resistida por otros, incluso en la propia colectividad, por lo que representa el polémico y experimentado parlamentario que jugó un papel fundamental en el desarrollo estratégico de la campaña de Petro, quien hoy recibió la credencial de manos del Consejo Nacional Electoral que oficializa su elección, igual que su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez.
Credencial en mano, Gustavo Petro se trasladó a la Casa de Nariño, donde tuvo su primer encuentro cara a cara con el saliente presidente Iván Duque Márquez y así comenzar de manera formal el empalme con su antecesor, a través de los equipos designados para esta tarea.
En un gran ejemplo de cómo debe ser una transición gubernamental en una democracia tan sólida como lo ha sido hasta ahora la colombiana, pese a estar en orillas ideológicas totalmente opuestas, Duque recibió a Petro y conversaron sobre el país que le entrega después de una dura prueba que significó gobernar en medio de una pandemia que obligó un prolongado confinamiento y que lesionó severamente la economía nacional.
Pese a la alta desaprobación con que concluye su mandato, no sería justo dejar de reconocerle a Iván Duque que logró impulsar una reactivación económica, con un crecimiento proyectado para este 2022 del 6,5 %, uno de los más altos de América Latina, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OCDE.
Gustavo Petro había anticipado que era necesario alistar las tareas concretas que permitieran especificar cuáles son “los puntos que se mantendrán, los que cambian y los que hay que empezar a construir”.
En ese sentido, tras el primer cara a cara con el presidente Duque, el país espera que el nuevo Gobierno tenga la posibilidad de evaluar, más allá de las diferencias, lo consignado en los informes que a partir de este viernes se entregarán en las comisiones de empalme, de manera que sea una “transición armónica, institucional y transparente”, como corresponde.
Siempre será bueno recordar que es posible y debería poder construir sobre lo construido, que todo es susceptible de mejoras, y que los cambios que se emprendan sean como lo ha prometido el presidente electo sin revanchas y en beneficio de todos los colombianos. Comienza la tarea.