El fantasma de la ruptura del Canal del Dique que inundó en 2010 el sur del Atlántico se revive en cada temporada invernal en la que el fenómeno de La Niña hace caer más precipitaciones de lo habitual sobre el territorio nacional.
El Ideam estima que a partir del jueves de esta semana se intensifiquen las lluvias en el país, especialmente en la región Caribe, por lo que en el Atlántico las autoridades han desplegado una serie de acciones para drenar las aguas del Embalse del Guájaro hacia el Canal del Dique con el propósito de disminuir el nivel del cuerpo de agua –en 5,26 m– y brindarles algo de tranquilidad a los habitantes de los cinco corregimientos y las tres cabeceras municipales que rodean el embalse, muchos de ellos con el agua ya metida en sus casas.
Solo en el corregimiento de La Peña, en Sabanalarga, según el censo realizado, son 963 viviendas y 3.609 personas registradas que necesitan atención urgente.
A las labores de drenaje se suman la remoción de sedimentos y material vegetal en los canales, así como la construcción de barricadas para contener el agua a la altura del malecón.
En general, las obras han demandado el compromiso de unos 8 mil millones de pesos, en un trabajo articulado de la Gobernación del Atlántico con las alcaldías municipales.
Están haciendo lo que demanda la situación de riesgo que se cierne sobre las poblaciones aledañas al Guájaro, pero esas acciones podrían resultar insuficientes frente a la magnitud de lo que potencialmente generaría un inatajable crecimiento de los niveles de agua en el embalse y la presión sobre el Canal del Dique y el río Magdalena.
No se trata de generar un pánico innecesario. De lo que se trata, y así lo han entendido las administraciones departamental y las municipales del sur del Atlántico, es de tomar recaudos y hacer lo que sea necesario para mitigar el impacto de la ola invernal en una zona que ya conoce la furia de las aguas y los destrozos que pueden causar.
Por ello el reclamo al unísono al Gobierno nacional para que también preste su atención al riesgo que afrontan miles de familias en el sur del departamento y el SOS al director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
“Sus equipos técnicos ya llevan semanas visitándonos, ya tenemos claro el diagnóstico y hoy lo que queremos es que nos visite el director para que pueda tomar decisiones y nos acompañe en este proceso de mitigación”, solicitó la gobernadora Elsa Noguera.
El riesgo es claro, los censos y los diagnósticos de las necesidades están hechos: se necesitan 22 mil millones de pesos. Ahora falta la acción: que la nación escuche el SOS del Atlántico.