Finalmente está previsto que este lunes el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, pueda presentarle al presidente Petro los argumentos y las peticiones necesarias que lleven al Gobierno nacional a entregar todo el apoyo y la atención para enfrentar la fuerte ola de criminalidad y homicidios que está alterando seriamente la seguridad y la tranquilidad ciudadana de los habitantes de la capital del Atlántico.
Solo en el mes de enero, la ciudad registró una cifra récord de homicidios –36–, la más crítica de un primer mes del año desde 2018, cuando se registraron 34. Hubo más asesinatos que días en este arranque del 2023, pese a los incansables esfuerzos de las autoridades por combatir la delincuencia que se ha expandido en las cinco localidades de la ciudad.
En general, en todo el departamento del Atlántico fueron 78 casos de homicidio en los primeros 31 días de esta anualidad: 27 en Soledad, 5 en Malambo, 4 en Repelón, 2 en Sabanalarga y uno en Galapa, Puerto Colombia, Sabanagrande y Campo de la Cruz.
Se trata de una concentración o una conurbación del delito entre Barranquilla y Soledad, con el agravante de la cantidad de criminales que son capturados y dejados en libertad o con medidas de aseguramiento domiciliarias y que cuentan con todas las garantías para poder continuar con su actividad delictiva. Es el caso de la banda ‘los Costeños’, al menos tres cabecillas de esta organización permanecen en casa por cárcel, entre ellos el señalado jefe de ese grupo, Digno Palomino.
Justamente a su arribo a la ciudad, tras recibir en Nueva York el premio Prize for Cities por el programa ‘Todos al parque’, el alcalde Pumarejo no terminó de desempacar maletas y se reunió con la Policía y el Ejército en el Batallón Paraíso para revisar las acciones de la fuerza pública y acompañarla en los patrullajes por todo el territorio distrital.
El mensaje del mandatario a los comandantes fue directo, uno de total apoyo y respaldo a la labor para la que están constituidas las fuerzas armadas en nuestro país, que no es otra que el deber de combatir con todas sus armas la criminalidad. “Debemos ser contundentes con el crimen, fuertes contra el criminal, que lo queremos ver tras las rejas”, afirmó el alcalde, al tiempo que les recordó también la obligación de ser amables con el ciudadano para restituir la confianza en la institucionalidad.
El encuentro del presidente Petro – abanderado de la ‘paz total’ con la cual se decretó cese al fuego con cinco grupos armados y con la que se busca someter a la justicia a estas organizaciones– con seis alcaldes del país para revisar el tema de seguridad es de suprema importancia de cara a este proceso. Son los mandatarios locales los que deben afrontar a diario el reclamo de la ciudadanía que no soporta más estar en medio del fuego cruzado y los enfrentamientos por las rutas de drogas y la disputa de las rentas ilícitas producto de la extorsión que se ha enquistado en los centros urbanos.
Los alcaldes dan la batalla con lo que tienen, pero es el Gobierno nacional el rector de la política criminal y el que cuenta con todas las herramientas posibles para vencer en la lucha contra la delincuencia organizada que ha ganado un amplío terreno y tiene en la impotencia a ciudadanos y autoridades locales.
El país no puede estar en el mundo al revés. Los criminales tienen que estar guardados en las cárceles, no en libertad ni con medida domiciliaria. Ese es justamente el gran reclamo que el alcalde de Barranquilla llevará a la reunión con el jefe de Estado.
Los barranquilleros, los atlanticenses, los colombianos, merecemos recuperar la tranquilidad de ver un partido de fútbol en un estadero o en una tienda, de disfrutar de una fiesta con amigos, de caminar por la calle, de ir a los parques, de sentarnos en nuestras terrazas, de disfrutar los espacios públicos, de subirnos a un bus, todo ello sin el miedo de recibir un disparo de la nada que pueda matarnos. Necesitamos recuperar la confianza y la tranquilidad. Necesitamos sentirnos protegidos. Los gobiernos nos lo deben.