El pasado sábado la Alcaldía de Barranquilla sumó un nuevo espacio para la recuperación del centro histórico de la ciudad y la reubicación de los cientos de vendedores estacionarios que ocupan las calles y carreras de esta zona de la capital del Atlántico.
Se trata de la Galería Comercial Sredni, habilitada por el Distrito para la reubicación de 150 vendedores estacionarios de sus alrededores en la esquina de la carrera 43 entre calles 38 y 39.
El proyecto se concibió en dos plantas que contemplan 100 locales comerciales en la primera y 50 en la segunda junto con una plaza de comidas y zona de venta de alimentos preparados con 11 cocinas.
Más allá de la construcción de una edificación que de por sí es atractiva y facilita la descongestión y liberación del espacio público circundante, vale la pena resaltar que es un proyecto que se concibió de la mano con las necesidades de quienes serían finalmente sus beneficiarios. Explicaba durante su entrega el alcalde Jaime Pumarejo que lo más satisfactorio fue que cuando la idea de construir la galería arrancó fue pensando en que los vendedores pudieran mejorar sus condiciones y no simplemente desplazarlos de la renovación del Centro.
Muchos de estos comerciantes informales llevaban más de 20 años, incluso 30, ubicados sobre la acera para poder ejercer su actividad comercial y sostener a sus familias.
El tradicional vendedor de jugo de caña de azúcar que se apostaba en toda la esquina de la avenida 20 de Julio (la 43) con la calle 39 ahora refrescará a sus clientes desde la comodidad de una de las cocinas de la plaza de comidas con que cuenta la galería comercial.
Con el se mudarán a ofrecer un servicio más cómodo y con muchísimas mejores condiciones los marqueteros y también los vendedores de discos de vinilos.
En fin, allí se organizará la actividad de mercadeo de misceláneos que se ha dado en forma desordenada en los alrededores de la zona de las carreras 41 y 43 entre las calles 34 y 38.
La galería también destaca porque cuenta con accesibilidad para las personas con condiciones de discapacidad, para los adultos mayores y las personas con niños.
También cuenta con todos los elementos técnicos y de señalización e iluminación para completar la oferta de servicios.
Con Sredni ya son varios los espacios recuperados en el proceso de transformación y renovación del Centro que ha habilitado el Distrito como las galerías Robertico y San Nicolás, la Esquina del Arte, la readecuación de los mercados EPM y La Magola, así como la puesta en funcionamiento de dos callejones insignia: el Policarpa y el de Robertico.
Por lo menos mil vendedores estacionarios han podido mejorar sus condiciones para continuar emprendiendo y vendiendo sus productos.
Ahora bien, no basta con la habilitación de estos espacios limpios, seguros, atractivos, es importante que los clientes y consumidores apoyen a estos comerciantes visitando sus nuevos puestos de venta y así contribuyan a que el ordenamiento del centro se mantenga en la senda correcta.
Y le corresponde a la Alcaldía de Barranquilla y las autoridades distritales en general garantizar que los espacios públicos recuperados en el marco de la transformación del Centro se mantengan despejados y con la atención necesaria para hacer sostenible en el largo plazo el proyecto de renovación urbana de la zona que está llamada a ser epicentro para que los barranquilleros vuelvan a vivir, trabajar y comer.
La tarea de devolverle al centro su brillo de otras épocas es sin duda titánica, pero debe ser una labor consistente, con una visión integral, estratégica y multidimensional para abordar todas las conflictivdades sociales y económicas propias de una ciudad donde la informalidad sigue siendo muy alta: 54, 3%, pese a ser la menor de la región Caribe, de acuerdo con los registros del Dane.