Seis días restan para que se realicen en Colombia las elecciones regionales 2023, y este fin de semana miles de candidatos a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y juntas administradoras locales llevaron a cabo sus cierres de campaña en todo el país.

Las de este fin de semana fueron las últimas actividades proselitistas en la plaza pública de los aspirantes a los cargos de elección popular que se definirán el próximo domingo 29 de octubre, cuando millones de colombianos acudan a las urnas para definir el futuro de sus territorios de residencia, pero también para aportar a la construcción de un escenario político para el próximo cuatrienio que se antoja –con base en las encuestas divulgadas– bastante complejo, cambiante e incompatible con el actual Gobierno nacional.

En las principales ciudades capitales, al igual que en sus departamentos, las encuestas anticipan victorias de los aspirantes que no representan los intereses del Pacto Histórico que hoy gobierna el país. Así las cosas se espera una candente semana de disputa política en un escenario que no tiene restricciones: las redes sociales, que en las últimas semanas se han convertido en caldo de cultivo para múltiples enfrentamientos, señalamientos, acusaciones, noticias falsas y todo tipo de diatribas y jugarretas para competir en la contienda electoral.

Y esta forma de hacer política no es exclusiva de un sector ideológico u otro, de un partido de derecha, de izquierda o de centro. La cosa es por todos lados, cunde el mal ejemplo.

Mala decisión de quienes usan estos medios alternativos, tan útiles como tan peligrosos, para hacer campaña de una forma mentirosa y desleal.

Debería ser propósito común de los candidatos que aspiran a dirigir los destinos de sus ciudades y departamentos apuntarle a una recta final de campaña limpia, con propuestas e ideas para mejorar la calidad de vida de sus coterráneos. Eso hablará mejor por ellos y por lo que pueden garantizar de llegar a ser elegidos.

Pero así mismo deben los ciudadanos, los electores, informarse, analizar y evaluar las hojas de vida y las actuaciones de quienes se presentan como soluciones para los problemas de sus entornos.

A lo hecho, pecho. Ya está sobre la mesa lo que hicieron en campaña los candidatos. Ahora, por favor, si van a dedicar el valioso tiempo que queda en la cuenta regresiva para elegir autoridades locales a usar sus plataformas digitales para terminar de convencer a sus electores, háganlo con sus iniciativas y programas de gobierno, pero no intentando convencerlos de que sus contrincantes son delincuentes, corruptos, ladrones, bandidos, infieles, malos padres y quién sabe cuántas cosas más.

Volviendo a las encuestas, estas marcan una tendencia, pero no son definitivas. Solo son instrumentos que ayudan a marcar y entender tendencias electorales previo a unos comicios, pero la encuesta final es el propio día de la votación en las urnas, es el día en que todos tienen la responsabilidad con sus ciudades y departamentos de tomar decisiones importantes para marcar el rumbo que quieren.

Hay que salir a votar con responsabilidad y compromiso ciudadano. Quedan pocos días, pero tiempo suficiente para ser juiciosos y echarle una mirada a las opciones para votar a conciencia por quien usted se identifique. No hay que dejar la elección de su candidato al azar, hay que ir a los urnas y depositar el voto. Las encuestas no eligen mandatarios ni corporaciones públicas, pero los electores sí.

Ahora bien, otra cosa es el riesgo electoral que se cierne sobre cientos de municipios en el país que han advertido la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría. Entre agosto y septiembre de este año hubo 204 acciones violentas, mientras que de enero a julio hubo 173. El peligro latente sobre la democracia es real. Nada más basta mirar lo sucedido este fin de semana con un contingente del Ejército que se dirigía a prestar seguridad en el Guaviare. Soldados fueron retenidos en una zona rural por civiles y llevados a una zona donde opera el EMC, principal disidencia de las Farc.

Que la democracia prevalezca y se respete en todo el territorio nacional el derecho a elegir con libertad y seguridad. Esa debe ser la prioridad y la consigna del Estado colombiano en esta semana crucial previa a las regionales.