Tras una cuenta regresiva que nos ha mantenido ocupados todo el año, por fin llegó el día del aniversario. Con emoción conmemoramos este 28 de octubre de 2023, los 90 años de EL HERALDO. Lo hacemos reivindicando lo que mejor sabemos hacer: periodismo a secas, veraz y confiable. Mirando siempre hacia el futuro, sin dejar de valorar el pasado que nos permitió llegar hasta aquí y atendiendo un presente que nos exige al máximo, dejamos constancia en una fecha tan importante como esta, en la que también evocamos con especial reconocimiento a los padres fundadores, que nuestro compromiso con la defensa del quehacer periodístico continúa intacto.

Gracias a tantos que nos han abrazado en esta emocionante andadura. Han sido generaciones de lectores, de colegas periodistas, reporteros gráficos y profesionales de la comunicación y, por supuesto, de fieles anunciantes. Sepan que sin su entusiasmo, optimismo, conocimiento y entereza no habría sido posible sacar adelante esta gesta que, como la vida misma, se reinventa a diario. Lo más fascinante del periodismo es eso, precisamente, que nunca aburre ni defrauda porque cada jornada resulta distinta, como cada época ha debido enfrentar sus propias crisis.

En la actualidad, factores asociados a la desinformación, las noticias falsas o la posverdad ponen en jaque o amenazan el inquebrantable rol que ejerce EL HERALDO como garante del derecho a la información de nuestros lectores y audiencias en Barranquilla, el resto del Atlántico, la región Caribe y, ahora, hasta donde las posibilidades del universo digital nos permitan alcanzar.

Seguimos creciendo en número de seguidores, superando nuestras propias metas, lo cual agradecemos inmensamente. Somos coherentes con nuestros principios editoriales porque más allá del paso de los años, creemos que este periódico es una excepcional obra diaria de buena fe.

Desde nuestro primer ejemplar que vio la luz un día como hoy, pero de 1933, hemos entendido que la credibilidad representa un valor innegociable, al ser capaz de construir sólidos puentes de confianza entre lectores, fuentes informativas, instituciones y anunciantes para mantenernos cerca en el frágil mundo de la creación y difusión de contenidos. Si antes era importante, en estos momentos se hace imprescindible. Lo tenemos presente.

De forma premeditada se intenta alterar o falsear la realidad mediante la propagación de hechos auténticos o alternativos, verídicos o ficticios, justificables o intolerables, que desatan avalanchas de dudas, incertidumbres o confusión, que también dañan al buen periodismo. Fenómenos que apuestan por dificultar e imposibilitar el análisis, el debate y la comprensión de las informaciones de lo que ocurre a diario.

Pese a esa cacofonía en la conversación pública, casi siempre a través de las potentes redes sociales, que produce una barahúnda insoportable, a la que se suman desafortunados o erráticos mensajes procedentes incluso de la propia institucionalidad: el jefe del Estado, representantes del Gobierno nacional o territoriales y voceros de sectores políticos, económicos o sociales, nos mantenemos firmes, informando con rigor y asumiendo con absoluta responsabilidad lo que difundimos en nuestras plataformas digitales y en la edición impresa.

En ello radica el valor del periodismo que ejercemos en EL HERALDO, a diferencia de aquellos que desinforman o mienten con total impunidad en plataformas digitales, sin hacerse responsables de lo que divulgan.

Contra la desinformación colectiva cerramos filas para generar valor añadido a nuestro trabajo, honrando la confianza de quienes no faltan a nuestra cita diaria en el impreso y a la de cada minuto en los canales digitales, reconociendo el derecho de los ciudadanos a informarse y a expresarse con total libertad. Es lo que defendemos como garantes de una opinión pública libre, de la convivencia social, del pluralismo político y económico, del respeto irrestricto por los derechos humanos, de la no violencia y, en general, de valores democráticos. No les fallaremos.

Nuestra vocación es primero y claro que reconocemos que podemos hacerlo mejor. En ello trabajamos cada día, como hace 90 años, para elevar la calidad y relevancia de una labor a la que nos dedicamos con decisión y carácter, apostando por un periodismo útil, de progreso y servicio, que aporte y enriquezca a la comunidad de Barranquilla y del Atlántico. Somos un equipo: necesitamos a nuestras audiencias para afrontar los embates de las crisis que nos sacuden y la ciudadanía, a la que nos debemos, demanda un periodismo dinámico, creíble, riguroso, pero también cercano, que la escuche y visibilice sus necesidades ante un poder que, a veces, miente.

¡Felices 90 años! Celebremos juntos como hasta ahora, estrechando nuestros vínculos y construyendo un futuro com- partido que nos depare buenas noticias porque, optimistas como somos, estamos convencidos de que lo mejor está por venir. Que sean muchos, muchos años más.