A cuatro años de que Barranquilla vea materializada la realización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2027, el legado que estas competencias dejará a la capital del Atlántico y el país será de una gran importancia.
Así se desprende del estudio de impacto socioeconómico que el Distrito obtuvo gracias al trabajo conjunto con la embajada británica y el apoyo del fondo de cooperación internacional ‘Challenge Fund’, que se elaboró con el propósito de proyectar los beneficios que traerá a las sedes el desarrollo de la segunda competencia deportiva más importante después de los Juegos Olímpicos.
Cálculos del estudio anticipan que el evento le podrá generar a la ciudad ingresos adicionales por turismo superiores a los 132 mil millones de pesos, es decir unos 33 millones de dólares, teniendo en cuenta que la proyección es que aumente un 10 % el volumen de visitantes.
Después de muchos ires y venires finalmente la Puerta de Oro superó todos los escollos y obstáculos que se estaban interponiendo para cumplir con el sueño de albergar los Panamericanos 2027 y el trabajo articulado con el Ministerio del Deporte y el Comité Olímpico Colombiano llegó a buen puerto.
Por eso el acelerador está a fondo y el comité organizador tiene que trabajar sin pausa y con mucho juicio y orden para que se materialicen los beneficios que tendrá para las ciudades sedes, empezando por la capital atlanticense, la realización de las justas.
Los ahorros de Barranquilla, o dicho de mejor manera, las inversiones que el Distrito hizo para los Juegos Centroamericanos del 2018 son un punto de partida de gran valor para lo que se viene de cara a los Panamericanos, pues lo que se estima es que los costos se reducirían ostensiblemente.
Por ejemplo, la nueva infraestructura prevista es casi 7 veces menor que el costo correspondiente incurrido en Lima 2019 (USD84 millones frente a USD569 millones a precios de 2023). Con lo cual la ciudad ya tiene un terreno ganado por lo que ha venido haciendo en materia de desarrollo deportivo.
El estudio también ha señalado que además de nuevos escenarios, equipamientos e infraestructura urbana, los Juegos impactarán sobre la promoción de hábitos saludables, la democratización del acceso al deporte por parte de los habitantes, una cultura de voluntariado y la inspiración a la niñez. Beneficios que no se miden en dinero ni en cifras, pero que se valoran por el retorno intangible pero notorio en la gente.
Uno de los aspectos que más resalta el informe elaborado por la firma 4Global es el legado de inclusión que dejarán las justas deportivas, teniendo en cuenta que los escenarios y la ciudad en general, incluidos los medios de transporte, deberán adaptarse, por lo que se considera que será una oportunidad para fortalecer el Sistema Nacional de Discapacidad (SND) “para brindar servicios a la población con discapacidad”.
Justamente esa visión de inclusión tuvo un gran refuerzo en su significado este domingo, cuando la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, subió a la tarima en la clausura de los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 para recibir la bandera del Comité Paralímpico de las Américas y suscribir el compromiso de Barranquilla, el departamento, la región Caribe y el país de poner todo el empeño para superar lo hecho por la organización en Chile.
No cabe duda de que obtener la sede de los Panamericanos y Parapanamericanos 2027 fue una apuesta para Barranquilla y el Atlántico que implicó un gran esfuerzo para demostrar, como lo han dicho el alcalde Jaime Pumarejo y la gobernadora Noguera, que hay capacidad de ejecución.
Será muy valioso el apoyo del Ministerio del Deporte para impulsar con determinación y con planificación el camino para la organización de un evento de gran magnitud e importancia para el desarrollo y crecimiento deportivo no solo de la región, sino también de Colombia.