Este lunes unos 316 mil niños y jóvenes de las escuelas oficiales de Barranquilla y el Atlántico retoman su formación académica con el regreso a las aulas después de un largo período de vacaciones. Para recibirlos, las instituciones educativas, bajo la directriz de las secretarías de educación, se prepararon durante las dos últimas semanas con el diseño de los planes curriculares y las actividades que desarrollarán durante todo el año lectivo.
En las 154 IED del Distrito son esperados unos 210 mil alumnos con una planta de 7.200 docentes y directivos docentes que recibió el refuerzo para este año de 1.100 que recibieron sus nombramientos en días pasados, con la expectativa de que la Alcaldía continúe con los procesos de mejoramiento de la infraestructura educativa que viene desarrollando desde hace varios períodos y que todavía, al igual que en el departamento, tiene desafíos por superar.
En el caso de los municipios no certificados del Atlántico, la Gobernación informó que son 106 mil alumnos, por ahora, los matriculados que esperan recibir en las aulas de los 85 colegios del departamento. El plan de la Gobernación de Eduardo Verano es implementar –según sus anuncios– toda una estrategia orientada a mejorar las habilidades, competencias y competitividad de los estudiantes en procura de elevar la calidad educativa.
Para ello se implementará desde este año la política de bilingüismo en todos los niveles de la educación básica, media y secundaria, que ya ha avanzado con éxito en los colegios de Barranquilla, en donde la segunda lengua, el inglés, concretamente, es parte fundamental en la formación con miras a que los jóvenes al egresar tengan mayores oportunidades de estudio y empleo.
Igualmente la Secretaría de Educación departamental anticipa el diseño e implementación de un programa para incursionar en los últimos avances tecnológicos y la inteligencia artificial, conocimientos necesarios, casi que imprescindibles, en los nuevos modelos educativos.
En esta misma línea ha anunciado el Distrito sus pilares para la estrategia educativa que se desarrollará en este cuatrienio: equidad e inclusión; digitalización y sostenibilidad.
Ya lo mencionó en su momento el alcalde Alejandro Char, desde campaña y ya posesionado, sobre la importancia de “fomentar el pensamiento computacional desde los colegios, el desarrollo de software, la minería y análisis de datos”.
De la mano de los avances tecnológicos y de las nuevas formas de comunicación, los planes educativos deben ir ajustándose para atender las necesidades de una sociedad y un mundo cada vez más globalizados e hiperconectados.
Es imperativo que para cumplir esa tarea, bastante compleja y nada fácil, que los docentes, sobre todo aquellos formados en antiguos modelos pedagógicos, puedan actualizar sus conocimientos y adaptarse a las nuevas formas de aprendizaje de las actuales generaciones, cada vez más demandantes y cada vez con más necesidad de formar pensamiento crítico de cara al manejo de sus emociones y de la adopción de decisiones trascendentales para sus vidas y para el entorno en el que se desarrollan como ciudadanos.
Siempre la mejor inversión de cualquier mandatario y, como no, de cualquier familia será la educación. Es menester darle la importancia que merece el abrir espacios y oportunidades para que los niños, adolescentes y jóvenes puedan crecer en conocimientos, pero mucho más en convivencia y cultura ciudadana.
Vale la pena no desconocer como referencia el Indicador de la Pobreza de Aprendizajes, creado por el Banco Mundial y la Unesco, que después de la pandemia, que agravó enormemente los problemas en relación con este aspecto, evidenció “la proporción de niños de 10 años que no pueden leer ni comprender un texto breve apropiado para su edad”.
No hay tiempo que perder en la formación de esta generación golpeada por los cierres de las escuelas por covid-19. Así que, profesores, padres, autoridades, todos, tenemos un reto mayúsculo con la educación. ¡El reto apenas comienza!