El nuevo cuatrienio para las administraciones municipales y departamentales del país arrancó en medio de un mar de incertidumbres y una enconada polarización y división política que dejó a municipios y departamentos, en apariencia, clasificados como afectos o no al Gobierno nacional, al punto de que muchos mandatarios han tenido que recurrir al endeudamiento o a la famosa ‘vaca’ para poder financiar las obras y proyectos con los que se comprometieron en sus campañas electorales y atender las necesidades de sus gobernados.
En el caso de Barranquilla, el alcalde Alejandro Char tuvo que iniciar su tercer mandato con la mala noticia de la pérdida de la sede para los Juegos Panamericanos 2027 –por el incumplimiento del Ministerio del Deporte– y todo lo que implica para la ciudad el dejar de organizar unas justas deportivas de esa magnitud en materia de ingresos, atracción turística y generación de empleo. Pero como no se puede recoger la leche derramada ni quedarse en el lamento generalizado, al Distrito, y puntualmente a su alcalde, al que eligieron los barranquilleros, le correspondía seguir con sus gestiones para materializar sus compromisos.
Así que en estos primeros cien días de su tercer mandato, Char cuenta entre sus logros el inicio del plan tapahuecos en 21 barrios; una nueva fase de Barrios a la Obra, programa con el que se pretende construir 64 nuevas vías y ampliar 4 corredores principales; la puesta en marcha del programa Mi Techo Propio para facilitar la adquisición de vivienda a los barranquilleros con subsidios, así como el plan de mejoramiento integral de viviendas para 8.270 hogares en 68 barrios, y la obra de mayor impacto y que hará en conjunto con la Gobernación del Atlántico, el Malecón del Suroriente, del cual ya se puso la primera piedra de las obras correspondientes a la cubierta del arroyo de Rebolo sobre el que se levantará el proyecto y que también beneficiará a los habitantes de La Luz, Los Trupillos, Boyacá, La Chinita, Las Nieves, Montes y San Roque, entre otros.
Esto dentro de los nuevos proyectos planteados para desarrollar en este gobierno, pero también se ha acelerado la entrega de obras pendientes por concluir como la playa de Puerto Mocho y el Tren Turístico de Las Flores, así como los mercados en donde se están reubicando vendedores estacionarios, entre otras iniciativas.
En tanto que varias licitaciones siguen su curso, también se dio inicio a los procesos para aumentar las raciones alimentarias del PAE, la reactivación del Estímulo Social para Transporte de Estudiantes y otros programas sociales.
Al igual que el Distrito, la Gobernación del Atlántico también tuvo que apelar a la aprobación de un nuevo cupo de endeudamiento para dedicar sus esfuerzos en preparar, diseñar y contratar el paquete de 450 obras que tiene en mente desarrollar el gobernador Eduardo Verano, enfrentado en su primera centena de días de mandato los graves efectos del fenómeno de El Niño.
Avanza la construcción de los planes de desarrollo, con muchos retos de sobra para el alcalde Char y el gobernador Verano, que tienen la inmensa responsabilidad de velar por una asignatura pendiente que no es exclusiva de Barranquilla y el Atlántico, pero que golpea con fuerza la tranquilidad y el bienestar de los ciudadanos: la seguridad. Una tarea que reclama acción diaria articulada y efectiva de las autoridades y sobre la que hay muchas expectativas.
Las altas tarifas de energía son otro desafío, mayúsculo en realidad, pero las soluciones de fondo no están en manos de ninguno de los mandatarios del Caribe, la región del país más golpeada por este hecho. Es el Gobierno nacional quien tiene el poder para tomar decisiones y aliviar la pesada carga para los costeños.
Es prematuro hacer juicios de valor sobre los resultados de los gobiernos que apenas completaron su primer trimestre, pero lo cierto es que frente al ambiente político nacional y los innegables comportamientos negativos de la economía tendrán que apelar a la experiencia y a su capacidad de gestión, como lo han hecho hasta ahora, para impulsar el desarrollo de Barranquilla y el Atlántico. Por ello y para ello fueron elegidos.