Para los amantes de la comida tradicional y los apasionados por los saberes y sabores de Colombia, agosto es una fecha muy especial porque llega la feria gastronómica más importante del caribe colombiano: Sabor Barranquilla, que acogerá a más de 40 de chefs y cocineros de diversas edades y especialidades, que brindarán un menú diverso a los asistentes entre el 22 y el 25 de agosto, en el Puerta de Oro, Centro de Eventos del Caribe.
Esta feria, próxima a cumplir su mayoría de edad deleitando a los comensales, no pudo escoger una mejor temática para su edición 17: viajar, comer, vivir, tres actividades que el ser humano debe disfrutar a plenitud. También es un espacio donde la solidaridad se cocina a fuego lento durante un año de trabajo, donde los sueños son marinados con el esfuerzo de muchas familias campesinas del atlántico que ven en ella la gran oportunidad de conquistar paladares y la vitrina para sacar adelante sus negocios culinarios. Como dirían muchos en el argot Caribe: esto sí es vivir.
En esta babilónica cocina, gestada en ese espacio que es antesala del encuentro del río con el mar, también confluirán los saberes ancestrales del Caribe Colombiano y los sabores que han traspasado fronteras gracias a la inmigración. Aquí es normal ver un apetitoso mote de queso de la sabana de Córdoba y Sucre compartiendo mesa con un mixto árabe, una lasaña, una paella, o un juguito de corozo con una sangría, ideal para sofocar el calor que nos agobia durante esta temporada.
Es así como el concepto de la feria (viajar, comer, vivir) llevará a los asistentes a que cada plato lo mire como una invitación a viajar a nuevos destinos, descubrir sabores y sumergirse en la cultura Caribe. El primer paso debe ser disfrutar de la oferta gastronómica de Barranquilla y los municipios del Atlántico, para degustar de preparaciones auténticas o heredadas de otras culturas, con la firme convicción de que se está apoyando a miles de familias que viven de esta actividad y que se está contribuyendo con el desarrollo económico de esta región.
La directora de Sabor Barranquilla, Patricia Maestre de Celia, bien lo ha dicho en varias oportunidades: “La cocina local es una forma de conectar con la identidad del mundo caribe ofreciendo experiencias memorables para los turistas y contribuyendo al desarrollo económico de la ciudad”.
De hecho, el foro académico de la feria, que está programado para el jueves 22 de agosto, girará en torno a la pregunta: ¿El turismo gastronómico en el Caribe colombiano tiene futuro? Abriendo el debate para analizar la contribución del turismo gastronómico al desarrollo económico de los territorios, como es el caso de la zona costera del Atlántico, donde día a día se lucha por tener una oferta atractiva, con buenos precios, que les permita a los diferentes sectores de este renglón de la economía competir sanamente con otros destinos tradicionales, como Cartagena y Santa Marta.
En esa discusión también se debe analizar la conservación de las tradiciones alimentarias locales o los desafíos que representan las iniciativas turísticas cuando se ponen de moda, como el caso del Muelle 1888, una de las novedades para esta edición.
En resumen, esta es una cita con el sabor, con el saber y con la solidaridad, a la que no podemos faltar. Bienvenidos los fogones encendidos, los manteles extendidos y los platos servidos, porque este será un gran evento que consolidará a Barranquilla como el escenario que reúne cada año a lo más sabroso del Caribe colombiano y lo proyecta de cara a los visitantes que podrán maravillarse en un espacio de 26 mil metros cuadrados, donde además encontrarán conferencistas, ofertas comerciales y artesanías.