Las intensas lluvias que han arreciado en el final del mes de noviembre han sido de tal intensidad que el caos por la movilidad en la ciudad y el área metropolitana se ha agudizado en medio de las tormentas por la fuerza de los arroyos, pero también por el marcado deterioro que han sufrido importantes corredores viales de Soledad y Barranquilla.
Atendiendo el llamado de la ciudadanía, EL HERALDO realizó un recorrido por los principales corredores viales del Distrito y del municipio, evidenciando huecos, placas de pavimento y rejillas hundidas que se convierten en un verdadero riesgo para los conductores que transitan por ellos, teniendo que maniobrar constantemente para evitar accidentes, caídas y daños en sus automotores.
Por supuesto que los aguaceros han profundizado el mal estado de corredores. En el caso de Barranquilla, como la Vía 40, Circunvalar y la carrera 38, y en el caso de Soledad lo que respecta a la calle 30, la prolongación de la Murillo y el tramo de la Circunvalar entre la Escuela de Policía y la calle 30, que es de competencia del municipio. Pero también no es menos cierto que la falta de mantenimiento oportuno y de reparación de estas vías se ha echado en falta ahora que la temporada invernal saca a relucir los problemas que representan para la movilidad segura y fluida en ellas, sobre todo teniendo en cuenta su importancia y la interconexión entre el Distrito y los municipios vecinos.
Esto no es óbice para reconocer el avance que la malla vial de la capital del Atlántico ha tenido en los últimos 15 años, teniendo en cuenta que con el programa Barrios a la Obra se han construido 349 kilómetros de vías nuevas y se han hecho mantenimientos de otros 400 mil metros cuadrados. Todo un desarrollo de infraestructura que ha permitido a los sectores populares mejorar sus condiciones de vida y el acceso y salida de sus sectores de residencia.
No obstante las vías de mayor tráfico tienen serios problemas que están ocasionando daños en los vehículos, accidentes, ralentizando la movilidad y hasta problemas de seguridad. Se entiende que la temporada invernal ha golpeado con más fuerza de lo habitual a la ciudad y al Atlántico en general, pero la ciudadanía reclama mayor agilidad en la reparación de los tramos más deteriorados para reducir todos estos problemas.
En su plan de desarrollo para el cuatrienio la Alcaldía tiene previsto un plan integral de mantenimiento y recuperación de la malla vial del Distrito que incluye acciones de reparcheo y que tiene como meta refaccionar 149 kilómetros de vías. Según el más reciente reporte de la administración distrital, a corte de octubre se habían ejecutado 27,6 kilómetros de vías con la Operación Tapahuecos y se adelantaban trabajos de Barrios a la Obra en 10 barrios, equivalentes a 4,3 kilómetros de calles nuevas. Este plan también contempla la recuperación de la capa asfáltica de tres kilómetros de la Circunvalar entre la calle 45 o Murillo y la carrera 46, hasta ahora se han intervenido un total de 846 metros de longitud.
Será necesario priorizar y poner especial foco en las vías que se constituyen de alto riesgo por el tamaño de los huecos que con las lluvias se han profundizado.
En el caso de Soledad, el tramo de la calle 30 desde el Hospital Universidad del Norte hasta la rotonda del Hipódromo y el tramo de la Circunvalar entre Murillo y la 30 son los más preocupantes, pues en distintos puntos el exceso de lluvias ha terminado de profundizar la crisis vial del municipio.
El Ideam ha advertido que esta temporada de precipitaciones podría extenderse hasta el final de la primera semana de diciembre, pero en el primer trimestre de 2025 podrían retornar, así que urge que las administraciones distrital y municipal aprovechen el tiempo seco para agilizar y poner en marcha los planes de reparación de vías presupuestados y establecer las prioridades para garantizar una movilidad segura por los principales corredores viales de Barranquilla y Soledad, que además son la primera cara con la que se encuentran los visitantes al arribar.