El director mexicano Alfonso Cuarón hizo historia en la entrega 91 de los premios Oscar al ganar tres galardones por su trabajo en ‘Roma’: mejor fotografía, mejor película de habla no inglesa y mejor director.

Con estos tres premios, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood confirma su idilio con el cine realizado por latinoamericanos –mexicanos en particular–, toda vez que en los últimos cinco años Alejandro González Iñárritu, Guillermo Del Toro y el mismo Cuarón han sido premiados 11 veces y nominados otras tantas, en una seguidilla de reconocimientos sin precedentes.

Además del incuestionable talento de los maestros mexicanos, la insistencia de la Academia en reconocer sus obras es un mensaje fuerte y claro de esta poderosa industria ante el clima de hostilidad hacia los inmigrantes hispanos promovido por la administración del presidente Trump y por los sectores radicales que apoyaron su candidatura.

Y es que la entrega de los prestigiosos premios se ha venido convirtiendo en un escenario de expresión libre en el cual las influyentes personalidades que conforman ese gremio tan poderoso tocan temas como los derechos de la mujeres, la igualdad de la comunidad afroamericana y, claro está, las controvertidas políticas del actual gobierno.

Tal vez por eso, a diferencia de los años anteriores, el triunfo de Cuarón y de ‘Roma’, su aclamada película de 2018, tiene el valor de que se trata de un filme con una temática eminentemente latinoamericana, surgido y producido en México y, además, en español, unos factores que impregnan su universalidad con una carga simbólica muy poderosa.

A pesar de Trump, o quizás precisamente porque existen políticos como él en el poder, la historia de Cleo, una empleada doméstica que le entrega su vida a una familia que no es la suya, ha servido para que millones de espectadores en el mundo conozcan de cerca uno de los más tristes matices de nuestra realidad.

Además, el prestigio del director, la calidad de la cinta y la unánime celebración que de ella hacen críticos y audiencias, ha servido para atizar una discusión pública en Estados Unidos acerca de los inconvenientes y malsanas que han sido las posturas de la actual administración en contra de millones de personas que provienen de los contextos socioculturales que se retratan en ‘Roma’, hombres y mujeres que salieron huyendo de la pobreza y la segregación, y que ayudaron a hacer aún más poderoso al país más poderoso del mundo.