Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre la presa de Hidroituango, por los múltiples y gravísimos problemas que se han presentado durante su proceso de construcción.
La crisis es de tal magnitud –poblaciones enteras amenazadas por riesgo de inundaciones, desastre ambiental, pérdidas económicas inconmensurables– que ha dejado en segundo plano un debate de enorme trascendencia para la Costa. Nos referimos al impacto que está teniendo, y tendrá en el futuro, este proyecto en nuestra región. Y con qué mecanismos contaremos para intervenir en una obra con serias implicaciones hidrográficas, ambientales y económicas en nuestro territorio.
En un amplio informe que publica hoy EL HERALDO sobre Hidroituango, diversas fuentes coinciden en que la Costa no tuvo ningún protagonismo en el proceso de socialización del proyecto, a pesar de que este se basa en la utilización del río Cauca para la generación de energía hidroeléctrica.
Este río, como se sabe, es el principal afluente del Magdalena, al que se une cerca de la población de Pinillos, en Bolívar. Es decir, el Cauca, en un tramo bastante largo, es ‘costeño’, ya que sus aguas se suman al caudal del Magdalena a su paso por nuestra región y hasta su desembocadura.
Este hecho, por lo visto, no se tuvo en cuenta cuando se decidió dejar el manejo del río Cauca, aguas arriba, a una empresa cuyo 99% de acciones se reparte entre tres entidades ‘paisas’: el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, Empresas Públicas de Medellín y Departamento de Antioquia.
Según ha podido establecer este diario, el proyecto no se sometió en su día a discusión en el Sistema Nacional Ambiental (Sina), órgano integrado por las corporaciones ambientales regionales que, 26 años después de su creación, parece haber quedado reducida a un papel fantasmagórico.
Tampoco, que se sepa, ha tomado cartas en el asunto el Consejo Nacional del Agua, creado en el segundo mandato de Santos para ocuparse, precisamente, de los proyectos que impliquen impacto en los recursos hidrológicos. ¿Estamos ante otro cascarón burocrático vaciado de funciones?
Nos hallamos ante un tema bastante serio, sobre el cual deberían pronunciarse los líderes costeños. Más allá de los problemas que presenta hoy la presa de Hidroituango, este proyecto nos afecta como región y, por lo tanto, debemos tener voz en él.
Es realmente sorprendente que la Costa haya permanecido hasta ahora al margen de esta obra, como si no le atañera. Como si el río Cauca desembocara en Júpiter, y no en nuestro vital Magdalena.