Una pequeña de 12 años desapareció de su casa en Soledad generando preocupación en su familia. La razón de su partida la dejó grabada en un video: perdió ocho materias en el colegio.
Su madre desesperada avisó de la desaparición a las autoridades, pero posteriormente fue encontrada por su familia en un centro comercial, donde pasó la noche.
No es fácil tomar la decisión de contarle a los padres que se perdió alguna materia, esto, según Érika Atencio, líder de convivencia escolar de la Secretaría de Educación de Barranquilla; se da por todos los señalamientos. 'Los padres a veces cometen el error de reprocharle al hijo, hacer señalamientos o ver esta situación de manera trágica'.
La clave, para Atencio, es crear un ambiente de confianza, de poder contar con los padres.
'A veces de manera inconsciente no saben cómo manejar esta situación y tienden a ser sancionatorios. Esto genera que el niño o joven no encuentre un apoyo y reaccione mal'.
Pasa en ocasiones que estos padres no asisten a las reuniones, lo que trae que no exista un acompañamiento. 'A final de año es cuando se enteran y para ellos pareciera repentina. Ahí viene que en vez de escuchar a la menor llegan los reproches'.
Es por ello que, indica, se debe acompañar a los hijos durante todo el año escolar y no esperar al último momento.
Evelyn Llinás, coordinadora del programa de orientación académica del Centro de recursos para el éxito estudiantil de la Universidad del Norte, explica que en el caso de las universidades es más complejo. 'El porcentaje que un papá se dé cuenta que un hijo universitario pierda algo es más bajo que en el colegio. Quien tiene la información real de cómo está su proceso es el mismo estudiante', afirma.
Ambas expertas coinciden en que 'se debe afrontar la situación y las consecuencias'.
Si ya es un hecho, apuntan, también hay que brindar un acompañamiento para afrontar el momento. 'Señalarlos no va a llevar a nada', asegura Atencio.
La recomendación para los padres es escucharlos, preguntar qué pasó y a partir de ahí, saber qué medidas tomar y prevenir para próximos años.
Otro factor que afecta es cuando los compañeros continúan. El pensar 'mi compañeros sí pudieron y yo no pude', viven una pérdida.
'La reacción siempre será ansiosa, de miedo, con mucha tensión', dice Llinás.
La especialista Evelyn Llinás plantea una serie de preguntas para encontrar ciertas razones de estos comportamientos de temor: ¿por qué el joven no le informa a sus padres de la situación académica’ ¿por qué no hay esa confianza?
'Debe haber comunicación, y a partir de eso confianza y respeto para contarse las experiencias', dice Llinás.
Para Atencio en la adolescencia es importante escuchar, conversar mucho con ellos. 'Y dependiendo de las causas tomar las medidas, por ejemplo, hábitos de estudio, horarios en la casa, descuidos, entre otros', en el caso de los más pequeños 'también es importante verlo como una manera de aprendizaje. Pasar un año con lagunas no es recomendable'.
'Es lógico esperar que un padre reaccione de una manera tensa ante esta situación, nunca será de felicidad o de risa. Lo normal es la tensión', cuenta Llinás
Al momento de apretar tuercas para el siguiente año o semestre se deben analizar muchos aspectos a nivel familiar e individual: Cuestionar por qué no existe confianza o hay un miedo para acercarse.
Llinás lo resume en un: 'Qué estamos aprendiendo de esta situación y cuáles son esos correctivos sobre los cuales debemos trabajar de manera individual y conjunta para que no vuelva a ocurrir'.
Todo eso, sea una materia, un semestre o un año escolar, pone a las familias en un proceso de análisis de las circunstancias particulares que llevó a tal punto, los errores que se cometieron, lo cual llevará a un plan de acción o metas para que no se repita.
En todo caso, la clave que dan las especialistas es la comunicación y dejar a un lado el miedo y la frustración para tomar valor y asumir.