El aumento del ciberacoso se ha convertido en otro de los efectos colaterales de la pandemia de Covid-19 en Colombia.
De acuerdo con Judy Benavides, gestora de incidencia de Red Papaz (red de padres y madres), se denomina como ciberacoso a cualquier situación de hostigamiento, persecución, coartación o extorsión que se pueda llevar a cabo en un entorno digital.
La especialista indica que son los estudiantes de bachillerato, en especial, los que más sufren acoso escolar y en especial el ciberbullying.
Según la ONG Understood, son los 'chicos con dificultades de aprendizaje y de atención quienes tienen más probabilidades que sus compañeros de ser acosados en línea'.
Cada primer jueves de noviembre la Unesco conmemora el Día Internacional Contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el ciberacoso. De acuerdo con este organismo, el 32% de los alumnos entre 11 y 15 años de edad son víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros.
'Con la pandemia de Covid-19 y el cierre de los establecimientos escolares que esto conlleva, hemos constatado un aumento de la violencia y del odio en línea. Ahora que los centros escolares comienzan su reapertura, los niños expresan su temor de regresar a la escuela', declaró Audrey Azoulay, directora General de la Unesco.
El ciberacoso, de acuerdo con Stop Bullying, se puede dar mediante mensajes de texto y aplicaciones por internet. Ante esto, Judy Benavides, de Red PaPaz, advierte que en los juegos en línea también se han empezado a evidenciar señales de matoneo, 'siendo este un fenómeno que se ha venido dando con el paso de los años'.
Aplicaciones como Fortnite, Free Fire y otras plataformas de juego multijugador se han convertido en escenarios para que los agresores ataquen a los que ellos consideran 'más débiles'.
Algunas formas de ciberacoso son: enviar correos electrónicos o mensajes desagradables; publicar en redes sociales información falsa sobre un compañero; burlarse constantemente de alguien en un chat grupal, aplica para las clases via zoom o meet; para el caso de los juegos en línea, eliminar o atacar constantemente y a propósito a un personaje.
Cabe destacar que no siempre se puede considerar ciberacoso. En ocasiones, como explica la psicóloga escolar Claudia Acuña, los niños y adolescentes suelen discutir en redes, también acostumbran burlarse entre ellos o usar chistes privados en sus mensajes de texto. 'El problema está cuando dicha conducta es reiterativa', dice la psicóloga.
En la mayoría de las oportunidades, según Acuña, los agresores creen que sus ataques no tienen importancia por el mismo hecho de ser incapaces de 'manifestar empatía hacia el otro'.