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La inteligencia artificial generativa es un conjunto de algoritmos capaces de crear contenido realista, como imágenes, audio y texto. El uso creciente de ella ha ocasionado un debate global, entre las organizaciones y personas que la están adoptando para optimizar sus procesos y las que son reacias a ella. Lo cierto, es que el mercado de IA ha tenido una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 76,9 % desde 2018 y se espera que en el mercado empresarial alcance los 20.900 millones de dólares en 2032, frente a los 1.200 millones de 2022, de acuerdo a Market.us.

Por otro lado, el mercado de la IA en la educación tuvo una valoración global de 1,82 mil millones de dólares en 2021 y se prevé que crezca el 36 % de 2022 a 2030. La UNESCO recomienda emplearla para mejorar prácticas de enseñanza y equidad en el acceso al conocimiento, mientras que otras entidades señalan su capacidad para elevar la calidad educativa y los perfiles profesionales de los estudiantes.

No obstante, la aplicación de la inteligencia artificial en las aulas de clase aún es incierta, por lo que expertos como Diego Mazo Cuervo, rector de la Institución Universitaria CEIPA han explorado su evolución en la educación y su impacto en la productividad laboral.

Él afirma que la implementación de la IA ayudaría a mejorar la cobertura y la calidad de la educación profesional, sobre todo en regiones como América Latina, donde el acceso a las universidades continúa siendo limitado debido a las desigualdades sociales y económicas. 'Por medio de esta herramienta se podría transformar el sistema educativo, desarrollando un modelo de enseñanza asequible y personalizado para cada estudiante según su enfoque profesional, diseñando programas y actividades que impulsen las competencias de cada estudiante'.