La amenaza que supone la presencia y accionar de grupos armados al margen de la ley en disputa del manejo del poder en el territorio y de las dinámicas de ilegalidad relacionadas con el narcotráfico, tienen en jaque a la Sierra Nevada de Santa Marta. Una situación que «se fortalece ante la ausencia de las instituciones del Estado y la presencia inestable de la fuerza pública», según Alerta Temprana emitida por la Defensoría del Pueblo.
Estos grupos armados son, por un lado ‹Los Pachenca›, que luego de la muerte de su jefe máximo, Jesús María Aguirre, alias Chucho Mercancía, (ocurrida el 17 de junio del 2019), se aliaron a las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra (ACS), activando diferentes repertorios de violencia para hacerse al control territorial de la mano con La Oficina del Caribe, encargada de la logística del narcotráfico, el cobro de extorsiones y el ajustes de cuentas.
Por otra parte las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, o Clan del Golfo, que intentan tomar el control del área, apoyados en grupos delincuenciales locales y organizados, como es el caso del nuevo Bloque Costeño, proveniente de Barranquilla, que ha anunciado de voz a voz y con panfletos amenazantes, su estructura en el Magdalena.
Particularmente la Sierra Nevada de Santa Marta —según revela el ente — «ha sido objeto de control histórico por grupos armados desde la década de los 60, que hicieron la transición a grupos paramilitares con la anuencia de grupos económicos y élites locales, logrando, en algunos casos, coordinar con la fuerza pública».
Carteles mexicanos
A estos actores, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, se suma la incidencia de carteles de droga mexicanos, que estarían asociados con Los Pachenca y las AGC. Esta situación —describe la Alerta Temprana— «se pone de manifiesto a partir de la presencia de personas identificadas por los habitantes del sector de la troncal como mexicanos, los cuales tendrían negocios con gentes de la zona».
«A finales del 2019 se generó una ruptura interna en el grupo Los Pachenca, que posibilitó la captura de uno de sus miembros, quien presuntamente habría sido entregado por gente de la misma organización», precisa el documento.
En Santa Marta
La agudización del conflicto se ha evidenciado en Santa Marta más que en otros municipios con jurisdicción en la Sierra Nevada. Según lo advertido en la Alerta Temprana, entre enero y septiembre del 2019 se registraron 95 homicidios en esta ciudad, que representan una tasa de 19,8 % por 100 mil habitantes. 73 de los asesinatos fueron perpetrados por arma de fuego, según la Policía metropolitana.
Establece el informe que las estructuras armadas que operan en Santa Marta, se están fortaleciendo militarmente mediante el reclutamiento de desmovilizados, con potencial actividad de reincidencia de exmiembros de grupos armados ilegales que no se desmovilizaron, así como a través de la vinculación de niños, niñas y adolescentes de la Troncal del Caribe.
Tanto Los Pachenca como las AGC, basan sus finanzas en actividades ilícitas como el contrabando de gasolina y el narcotráfico, pero también el cobro de extorsiones a establecimientos comerciales, hostales, restaurantes y pequeñas empresas de transporte y productores de café.