Grupos de niños y jóvenes de los barrios lejanos al Centro Histórico de Cartagena están aprendiendo procedimientos cinematográficos básicos, gracias al trabajo de distintos grupos de talleristas de toda Colombia que, en sesiones breves pero provechosas, les presentan el cine como una experiencia de vida a su alcance, que los acompaña y los mueve a explorar su propia realidad.
Esa realidad es cercana y extraña al mismo tiempo, una especie de material elástico y, a la vez, un elemento articulador, que les permite imaginar, desde la creación cinematográfica con pocos recursos, otros mundos dentro del propio, valiéndose para ello de un trabajo conjunto.
En los talleres que impulsa Cine en los Barrios, el programa social del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, los estudiantes cuentan historias de su ciudad, crean personajes o héroes, abordan conflictos de su entorno cercano.
«Nosotros partimos de una premisa, y es que las historias están en todas partes. Partimos de ahí para poder decirles a los niños y a los jóvenes que cualquier cosa es susceptible de ser contada», dice Juliana Monsalve Castro, de 33 años, comunicadora audiovisual y miembro del equipo de talleres Trama, que desde hace seis años viaja de Medellín a Cartagena para realizar encuentros pedagógicos con niños y jóvenes escolares en el marco del Festival.
En dicho taller, que este año se llama ‹Tejiendo Historias en Cartagena›, los participantes encuentran en herramientas a su alcance los instrumentos necesarios para producirlas.
La clase empieza con una presentación muy breve de la Poética de Aristóteles, con la que explican el proceso de cómo contar una historia que los estudiantes terminan realizando con dispositivos móviles, grabadoras de mano, escenografías y pósters ideados por ellos.
En Trama se apoyan en tres enfoques: narrativa, producción y actuación. El propósito es enseñar cómo contar una historia durante cinco etapas de producción audiovisual: la escritura, la preproducción, la producción, el montaje y edición, y finalmente la exhibición, para la que se diseñan los pósters y se hacen presentaciones en redes sociales y en el colegio.
De los asuntos que más abordan los niños están sus «sueños» o aspiraciones. Algunos dicen que quieren ser deportistas, bailarines, cantantes. A partir de ello crean un relato breve en el que un personaje enfrenta distintos conflictos hasta lograr su propósito profesional.