Sin purpurina, no hay carnaval en Brasil. Ante la preocupación por la contaminación que generan los plásticos en los océanos, la brillantina biodegradable está ganando terreno entre los adeptos a la fiesta callejera más grande de Rio de Janeiro.
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Sin purpurina, no hay carnaval en Brasil. Ante la preocupación por la contaminación que generan los plásticos en los océanos, la brillantina biodegradable está ganando terreno entre los adeptos a la fiesta callejera más grande de Rio de Janeiro.
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Sin purpurina, no hay carnaval en Brasil. Ante la preocupación por la contaminación que generan los plásticos en los océanos, la brillantina biodegradable está ganando terreno entre los adeptos a la fiesta callejera más grande de Rio de Janeiro.
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