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Para los amigos de Gabriel García Márquez, los que hace 35 años lo acompañaron a Estocolmo (Suecia), a recibir el Premio Nobel de Literatura, el haber disfrutado ayer de las anécdotas de ese día durante un conversatorio en Aracataca, fue 'vivir dos veces'.

En la Casa Museo, en medio de flores y el revolotear de las mariposas amarillas, el histórico reencuentro, enmarcado en la antesala del Hay Festival 2018, les permitió refrendar el concepto de que 'los recuerdos más preciados no se desvanecen con el tiempo'.

'Gabo y Macondo es toda Colombia', con esta expresión la socióloga y documentalista, Gloria Triana, abrió el evento, haciendo un recuento de lo que fue la preparación del viaje a suelo europeo. Para ese entonces era Directora de la Oficina de Festivales y Folclor del Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura (hoy Ministerio de Cultura). Dijo que fue ella y la periodista y columnista vallecaucana, Aura Lucía Mera, para la época directora de Colcultura, las encargadas de seleccionar y coordinar la delegación de artistas que viajó a Estocolmo.

'Fue un trabajo en equipo, muy bellísimo, donde tocó estar pendiente a todos los detalles para cumplir con la cita más importante de Colombia con la literatura, como nos los encomendó el Presidente de la época, Belisario Betancourt, quien nos ordenó estar pendiente de la petición de Gabo que era ir acompañado de cumbia y vallenato', sostuvo Aura Lucía Mera, quien confesó que se enamoró del escritor cuando leyó ‘La Hojarasca’.

Indicó que los preparativos se hicieron contrarreloj pero cuidadosamente para complacer a Gabriel García Márquez de la mejor manera y dejar en alto al país por eso había que cuidar todo desde el buen vestir, los modales y hasta la estética

'Muchos de los músico que convocamos no tenían dientes y nos tocó ponérselos por que no podían salir así en la foto ante la reina', confesó Gloria Triana frente a un auditorio que literalmente se ‘murió de la risa’ ante la inesperada revelación.

Igualmente narró que 'también se hizo una preparación en clases de montar a un avión y de clima, ya que en Estocolmo estaba en -22 grados bajo cero, por lo que realmente había que hacer un esfuerzo grandísimo'.

Leonor González, ‘La Negra Grande Colombia’, quien fue una de las líderes de la delegación colombiana en territorio sueco, manifestó que ese momento fue inolvidable. 'Abrí la ceremonia cantando ‘A la mina no voy’, tema insignia de mi región pacífica, que le gustaba mucho a Gabo y sirvió para que se prendiera la fiesta', anotó.

El maestro Pablo López, quien acompañó como cajero a los Hermanos Zuleta, - el grupo vallenato escogido por Consuelo Araujo (Q.E.P.D.) para integrar la delegación viajera - argumentó que 'estábamos alegres y complacidos con la invitación, por lo que a pesar del frío, le pusimos el sabor de nuestro folclor'.

En este cúmulo de anécdotas, Aura Lucía Mera recordó que 'se me acercó el fotógrafo cartagenero Nereo López a decirme que uno de los músico había dicho que se quería devolver de inmediato para Valledupar, que no aguantaba el clima, porque su ‘pipi’ se le había escondido y que cuando llegara a Valledupar su esposa lo iba a matar'.

'Le respondí que lo tranquilizara y que cuando volviera al trópico todo volvería a la normalidad', agregó.

Las barranquilleras Aracelis Alfaro, Lourdes Acosta y Maribel Egea, fueron las bailarinas encargada de interpretar la cumbia, robándose el show por sus exóticos movimientos, dejando a impresionados al público que se dio cita a la ceremonia hace 35 años en Estocolmo.

'Tuve el privilegio de bailar con Gabo, fue increíble, un momento imborrable en mi memoria y eso fue destacado por los espectadores', indicó Lourdes Acosta.

Ante el espectáculo del baile, Gloria Triana recordó que Gabriel García Márquez se le acercó a decirle 'la reina me preguntó que quería bailar como esas chicas'.

La presentación de la delegación colombiana fue titulada en un periódico de Estocolmo: ‘Los amigos de García Márquez nos enseñaron a como se celebrar un Nobel’. Así lo manifestaron Triana y Mera, quienes rememoraron la publicación para volver a Colombia y afrontar las críticas que le había hecho un columnista de un diario nacional, quien después tuvo que retractarse debido al éxito del espectáculo.

El conversatorio hizo parte de la quinta versión del ‘Regreso a Macondo’, organizada por el Ministerio de Cultura.

A las 6:00 p.m., se proyectó al aire libre, para la comunidad cataquera, el documental ‘Cuando Colombia se volvió Macondo’, dirigido por Gloria Triana y Álvaro Perea. Este trabajo audiovisual narra la historia de los preparativos, los obstáculos, el viaje y la presentación de la delegación artística colombiana, que viajó a Estocolmo a conmemorar el Premio Nobel de Literatura de Gabriel García Márquez. El documental narra cómo, en ese entonces, la menospreciada música popular colombiana se vistió de gala en Estocolmo gracias, entre otros, a Toto la Momposina y a Leonor González Mina, La Negra Grande Colombia.