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¿Su perro salta encima suyo cuando llega de la calle? ¿Se orina en cualquier parte? ¿Destruye sus pertenencias? Si la respuesta a alguna de estas acciones es afirmativa es posible que su amigo peludo tenga problemas de conducta.

Entender el comportamiento canino es indispensable para tratar cualquier desorden conductual, en especial porque algunos perros tienden a asumir ciertas acciones motivadas por la raza y la genética.

La forma de comunicarse entre los perros y los humanos es atávica y existe como producto de un proceso de domesticación, que según expertos, tiene más de 10 mil años.

Una de las raíces de este problema es la ansiedad por separación. De acuerdo con el médico veterinario David Paternostro esta es una condición en la cual estos especímenes presentan estrés por la separación del hogar y las personas hacia las que sienten apego.

'Así como a un niño le da temor, estrés o ansiedad separarse de su familia, en especial sus padres y cuidadores, el perro siente algo parecido con sus humanos más cercanos por el apego que existe entre ambos', manifestó.

Para el veterinario Jan Guevara lo principal es entender que cuando los perros destrozan lo que hay en el hogar por ausencia humana no lo hacen por venganza o por querer hacer daño.

'Es posible que el perro se sienta solo, ansioso y aburrido. Lo recomendable es que exista una sana estimulación en la relación humano-mascota, pues esto ocurre cuando al animal no le dedicamos el tiempo necesario. El perro es muy dependiente del propietario, necesita juegos, atención,largos paseos. Los perros pueden copiar todo lo que queramos estimular en ellos, pero es importante que exista una adecuada corrección, (sin maltratos) porque ellos entienden cuando hacen algo que está mal. En etapas de crecimiento tienen necesidad de morder como los bebés', dijo.

Educación y entrenamiento

Para la etóloga Angélica González, CEO de Waggo, una empresa dedicada al adiestramiento canino, el comportamiento de un perro debe ser entendido como la respuesta ante uno o varios estímulos internos o externos que se le presentan en su cotidianidad.

'Hay muchos factores que inciden en el comportamiento de un perro como su filogenia, o sea todo lo que trae consigo por ADN y raza. Los criollitos en especial tienen mezclas de razas, factores biológicos como son cambios hormonales en etapas de vida como la edad, lactancia o preñez, los factores ambientales, pues su entorno va presentándole diferentes estímulos de los que aprende por discriminación'.

González asegura que es importante diferenciar entre educación y entrenamiento pues el primero se refiere a comandos —sentado, acostado, llamado etc— y educación que son las pautas de crianza, equilibrio de la personalidad y convivencia adecuada.

'El aprendizaje de comandos no necesariamente corrige comportamientos, pero en un proceso educativo bien llevado llega a ser muy útil para estructurar jerarquías, elevar los niveles de obediencia, estimular la cognición y regular emociones', apuntó González.

Según González, el cerebro de los perros alcanza su maduración después del año y cuando lo hacen llegan a manejar procesos cognitivos comparables con la etapa de un infante.

'Debemos discriminar las conductas deseadas de las no deseadas. Una advertencia o una corrección en el momento adecuado le ayudará a comprender que esa acción no está permitida, pero un refuerzo positivo (galletas, caricias, tono de reconocimiento agradable, juego) en el momento que realice una acción deseada aumentará su deseo por continuar ese comportamiento.

Para González, un ejemplo de ello es que si el perro ladra cuando las personas están hablando debe corregirse la conducta en el momento del ladrido, pero el premio debe darse cuando esté en silencio.

'De esta manera reforzaremos la conducta deseada', agregó.

Para Juan Flores, adiestrador y coordinador de Búsqueda y Rescate con Caninos de la Cruz Roja Seccional Atlántico, el trabajo de educación canina requiere ante todo amor y mucha paciencia.

'Cuando el humano llega a casa y el perro salta es su forma de dar un recibimiento con alegría. Seguramente, en algún momento de la vida el perro saltó y fue acariciado. Sin embargo, con los perros grandes esa conducta se debe controlar', explicó.

Una forma de hacerlo, para Flores, es que cuando el animal salte efusivamente y con fuerza sea ignorado hasta que esté tranquilo, solo en ese momento va a recibir el saludo y las caricias.

En cuanto al lugar en el que el perro debe hacer sus necesidades, Flores explica que con ello marcan su territorio.

'Para enseñarles el lugar es una buena estrategia darles la comida donde queremos que haga sus necesidades y esperar hasta que lo haga. Cuando lo logre debe ser felicitado y recompensado, esto le incentivará a repetirlo. Por nada del mundo debe ser maltratado'.

Tips

-Busque un tipo de refuerzo que sea atractivo (comida, juego, caricias, juguete) y dele un premio cuando alcance una acción deseada.

-Premie siempre en los momentos de calma.

-Corrija solo en la acción, pues los perros hacen asociaciones de estímulo-respuesta, es decir, comprenden consecuencias si se las hacen notar inmediatamente.

-Un mal comportamiento no siempre es rebeldía, en ocasiones puede responder a la insatisfacción de alguna necesidad, a una afección de salud o miedo por alguna situación traumática.

-Tenga en cuenta la personalidad del can y consulte a un profesional en caso de que lo requiera. Por ningún motivo lo maltrate.