Como un ícono ha sido vista la canción que unió por primera vez a Shakira con Bizarrap para la muy popular session 53, que se convirtió no solamente en una ‘tiraera’ a Gerard Piqué, a propósito de la infidelidad de este con la joven española Clara Chía Marti, sino también en una manera que rompió los esquemas de decir verdades a la hora de una separación entre dos personas que sostuvieron una relación amorosa.