Compartir:

El Atlántico es reconocido por ser uno de los departamentos de Colombia con mayor concentración de población artesanal. Según Artesanías de Colombia, la mayor concentración de producción manual se encuentra ubicada en Nariño (14,34%), Sucre (10,06%), Córdoba (9,34%), Boyacá (8,43%), Cesar (6,95%), Atlántico (6,52%) y Tolima (5,15%).

Los productos de artesanías del Atlántico se clasifican en cestería, textilería, alfarería, trabajo en piedra y madera. La mayoría de sus municipios cuenta con una especialidad artesanal, entre ellos tejeduría en palma de iraca, talla en madera y bisutería marina (accesorios hechos con conchas y caracoles de la playa).

El pasado mes de diciembre, dos proyectos fueron entregados para mejorar las condiciones de trabajo de dos comunidades artesanales, como la Asociación de Artesanas del corregimiento de Chorrera y cinco artesanas del municipio de Usiacurí. Estos fueron gestionados desde la Secretaría de Desarrollo Económico del Departamento.

En frente de la Casa Museo Julio Flores –visitada por turistas nacionales e internacionales–, ubicada en Usiacurí, se construyeron cinco stands modernos que fueron entregados, el pasado 31 de diembre, a cinco artesanas del municipio, para exhibir y vender sus productos de una manera más llamativa. 'Estamos contentas porque nos han brindado la oportunidad de exponer nuestras artesanías de una mejor forma. El stand es muy bonito, le da otra categoría a las artesanías', dijo Jeimy Angulo, artesana especializada en la tejeduría en palma de iraca.

Jeimy cuenta que junto con los stands también les fue entregado diez uniformes –suéter para días de semanas y camisa y pantalón beige para los fines de semana–, flyers, tarjetas de presentación, empaques y un pendón con el nombre de su marca.

'Esto llama más la atención de los turistas. Las ventas suben y cada vez más damos a conocer los productos que fabricamos', afirma Deisy Márquez, una de las artesanas beneficiadas con el proyecto.

Mónica Urueta, coordinadora del sector artesanal de la Secretaría de Desarrollo Económico de la pasada administración, explicó que el proyecto, en el cual se invirtieron 50 millones de pesos, se realizó debido a una solicitud que hicieron las artesanas. 'Ellas necesitaban un mejor espacio, ya que se encontraban en carpas, por eso la Gobernación decidió entregarles esos stands, para que tuvieran un área digna para exhibir sus productos', aseguró.

El también artesano y artista plástico Rubiel Badillo, de Galapa, fue el encargado de realizar el diseño y la construcción de dichas estructuras. 'La idea era que el recurso que saliera del producto de Laboratorio de Artesanías siempre quedara dentro de los mismos artesanos. Por esto se le dio la propuesta a otro integrante, para que hiciera un diseño que beneficiara a otros artesanos del municipio de Usiacurí', contó Urueta.

Por su parte, Rubiel Badillo explicó que trató de hacer una serie de estructuras modernas, pero que a la vez fueran 'muy' artesanales para que no se perdiera la esencia. 'Ellas estaban ubicadas en unas carpas de 4x4 forradas, tenían problemas con el tema del Sol, el calor y la seguridad. Se veían metidas en un cambuche, el espacio no era el más adecuado y la exhibición no era la mejor', dijo.

Además, Badillo dictó una capacitación sobre cómo debe exhibirse el producto, cómo debe rotarse y cómo debe almacenarse.

Casa de artesanas

En el corregimiento de Chorrera, del municipio de Juan de Acosta, se construyó una sede para la Asociación de Artesanas Arte y Tejido, un espacio para que 58 mujeres puedan tejer sus mochilas, que son vendidas en Colombia y en el países como Luxemburgo, Canadá, Estados Unidos y México.

Según Yamelis Molina, presidenta de la asociación, este fue un proyecto que inició hace seis años y que fue aprobado y puesto en marcha durante el año pasado. Finalmente, fue entregado el 23 de diciembre.

'Este es un espacio para reunirnos y poder estar cómodas al tejer. También para poder ver lo que estamos haciendo, porque aquí tenemos un comité de calidad y siempre se se está revisando todo lo que se está trabajando', contó Yamelis.

Las artesanas de Chorrera cuentan que antes tenían una sede alquilada, pero que no estaba en las condiciones adecuadas. La describieron como 'muy calurosa y oscura'.

Este proyecto de la casa de artesanas fue realizado como en una alianza de la Fundación Gases del Caribe –que trabajan con las artesanas desde 2009– y la Gobernación. 'En el caso de Chorrera, ellos tienen un espacio muy bonito con Gases del Caribe. Propusieron al Departamento construir una sede y le ayudamos a financiar el proyecto', contó Mónica Urueta.

La coordinadora del sector artesanal aseguró que para la realización del proyecto se invirtieron 165 millones de pesos, de los cuales la Secretaría aportó 80 millones, mientras que la fundación, 85 millones. El lote fue otorgado por la Alcaldía del municipio de Juan de Acosta.

Las instalaciones de la casa cuentan con una bodega, una oficina, una sala abierta para tejer, un baño y una cocina. Además, les fueron entregadas a las artesanas seis máquinas para marroquinería –utilizadas para realizar accesorios en cuero–.

'Antes les pagamos todo. Ahora ellas han logrado tener un negocio sostenible, ellas mismas se pagan su mano de obra y sus hilos. La Fundación las apoya en la parte comercial, de diseño y producción', contó Diana Santiago, directora ejecutiva de la Fundación Gases del Caribe.

Estas mujeres participanen cuatro ferias anuales: Farex (en Cartagena), en la que acaban de lograr un incremento del 20% en ventas con respecto al año anterior; Expoartesano, en Medellín; Expoartesanía, en Bogotá, y una feria internacional, como las de México y Miami.

artesanos_usiacuri_giovanny_2.jpg

Mejora de los pagos

Raquel María Ávila, artesana de Chorrera, manifiesta que estos proyectos fortalecen a la comunidad artesanal y les ayuda a aprender a darle valor a su propio trabajo. 'Antes una mochila la vendía en 8 o en 12 mil pesos. Ahora, los precios van desde 70 mil hasta 250 mil pesos'.

De acuerdo está María Magdalena Molina, quien asegura que ahora gana mejor y que, además, las artesanas chorreranas tienen reconocimiento a nivel nacional e internacional. 'Antes uno no tenía esas ventas. Ahora uno coge más plata, 180 mil pesos mensualmente y, algunas, depende del trabajo que se haga, 450 mil', dijo.

Calidad de vida

Jeimi Angulo, artesana de Usiacurí, cuenta que 'el artesano siempre es visto como ¿qué va a vivir de una artesanía?, pero hoy puedo decir que podemos tener una familia organizada y tener hijos universitarios con las ventas de las artesanías'. Jeimy es radióloga, y asegura haber ido a la universidad con el dinero obtenido por las artesanías que vendía su madre.

'El hecho de estar aquí no quiere decir que seamos ignorantes. Muchas de nosotras nos hemos preparado. Podemos tener una conversación con alguien porque no tenemos miedo de que nos vayan a preguntar algo que no sabemos', argumentó.

Las artesanas de Usiacurí y Chorrera manifiestan sentirse respaldadas cada vez más por los gobiernos departamentales. Esperan que este tipo de proyectos se sigan realizando para beneficiar a otros municipios. Mientras eso sucede, ellas con aguja e hilo, otras con palma de iraca, seguirán tejiendo sus artesanías y, a la vez, su camino por la vida.

artesanos_usiacuri_giovanny_3.jpg