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¿Qué ha pasado?

En 2016 se cerró de manera preventiva el Teatro Amira de la Rosa, dadas las condiciones estructurales del edificio, y desde entonces se han realizado diferentes actividades tendientes a su intervención:

En 2017, se solicitó un concepto al Consejo de Estado en relación con el alcance de la función cultural del Banco y su participación en la gestión y cuidado del TAR, frente a lo cual señaló que sus funciones culturales no deben exceder el límite impuesto por ley, es decir que 'no se expandan a otros frentes distintos a los que desarrollaba antes de la expedición de la Ley 31 de 1992'.

En 2018, luego de un esfuerzo conjunto con la Sociedad de Mejoras Públicas y la Alcaldía de Barranquilla, se formalizó la donación del TAR a favor del Banco e inició la consolidación de los conceptos para el diseño. Se realizaron mesas de trabajo con el Ministerio de Cultura, encargado de la actualización y restauración de inmuebles patrimoniales.

En 2019 se incorporaron al proyecto 2 lotes colindantes, donados por el Distrito de Barranquilla, que permitirán ofrecer un espacio integral para el desarrollo de la actividad cultural. También se inició la estructuración de un Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), en el que se establecerán las pautas de la intervención del TAR.