Está en el ojo del huracán y desde ahí intenta defenderse. El cantautor colombo-venezolano Felipe ‘Pipe’ Peláez, es blanco de fuertes críticas tras su presentación en el concierto que ofreció el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro el pasado 31 de diciembre desde el palacio de Miraflores.
El evento, que tuvo lugar para despedir el año 2024, contó con la presencia de varios artistas, aunque con un público reducido, y ha generado una ola de críticas .
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Los usuarios de las redes sociales no se la perdonaron y cuestionaron su decisión de participar en un acto vinculado al gobierno de Maduro, lo que llevó al cantante a emitir un comunicado para aclarar su postura y responder a las críticas.
En su declaración pública, difundida tras la controversia, Peláez afirmó: “Quiero dejar claro que no tengo vínculo con ningún partido ni movimiento político. Es más, soy apolítico”.
Además, enfatizó que su labor como artista está enfocada exclusivamente en la música y en promover la unidad a través de su oficio. “No me involucro en las posiciones, ideologías o decisiones políticas de ningún país, ciudad o comunidad”, añadió el cantante, quien buscó distanciarse de cualquier interpretación política de su participación en el evento.
En el mismo mensaje, Peláez subrayó que su prioridad es la cultura y que se mantiene al margen de cualquier interés político. “Mi objetivo es unir a las personas a través de mi oficio”, expresó, reiterando que su música busca transmitir valores de unidad y armonía. Estas declaraciones buscan calmar las críticas y reafirmar su compromiso con su carrera artística, desligándola de cualquier connotación política.
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La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, intentó defender la celebración a través de sus redes sociales, destacando la participación de los artistas y el propósito del evento, que según ella buscaba ofrecer una noche de “paz, unión y armonía” para los venezolanos.
Sin embargo, las críticas no cesaron, especialmente por el uso de recursos públicos en un país que enfrenta una grave crisis económica. Usuarios cuestionaron que los fondos destinados al concierto podrían haberse utilizado para atender problemas urgentes como la escasez de alimentos y medicinas.