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Hoy muchos barranquilleros vivirán momentos de euforia e incertidumbre con los partidos del Mundial de Fútbol de Rusia y el desarrollo de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Estos importantes eventos mantendrán ocupadas a las personas que pese a su deber y compromiso electoral, no piensan pasar por alto la fiesta futbolística.

EL HERALDO consultó a tres barranquilleros que con anterioridad diseñaron un itinerario para no dejar escapar ningún detalle en esta jornada de infarto. 

Andrés Castro Vélez es un joven de 19 años que votará hoy a las 12:30 p.m. en el colegio El Prado.

'Voy a votar, pero también me veré todos los partidos porque me gusta el fútbol y el Mundial, que es lo que uno espera cada cuatro años', dijo.

Andrés despertará a las 6:30 de la mañana para disfrutar del compromiso entre Costa Rica y Serbia, mientras desayuna. 

Los otros partidos agendados para esta fecha los observará en su casa junto a su mamá. 'De todos los equipos que jugarán apoyaré por su calidad de juego a Brasil'.

Y precisamente el día futbolístico para Andrés no terminará luego del partido de esta selección, pues se dedicará a ver programas deportivos donde expertos analizan los tres compromisos de la fecha. 

Como él, otra fanática del fútbol que organizó bien este día para disfrutarlo al máximo es Juliette Rangel, de 22 años. Sin embargo —confiesa— no piensa 'madrugar para ver el primer encuentro del día' ya que por su trabajo es el único día de la semana en el que se puede levantar más tarde.

'Voy a levantarme tipo 9 de la mañana y saldré a votar enseguida para poder disfrutar el partido de Alemania contra México. Ese no me lo pierdo por nada del mundo', resaltó.

El Colegio Buen Consejo es el puesto de votación de Juliette y de toda su familia, por lo que luego de cumplir con el compromiso electoral, todos se reunirán para vivir un nuevo capítulo de la fiesta futbolera.

'El partido de Brasil con Suiza, a la 1 de la tarde, me lo veré en la casa de mis abuelos. Allá también irán mis tíos y primos, así que compartiremos todos'. 

La familia de Juliette tradicionalmente se reúne una hora antes de que empiecen los compromisos futbolísticos para 'socializar' con una que otra cerveza y frituras. 

'En esas reuniones también hacemos picadas y mi papá, por ejemplo, hace empanadas para todos', finalizó.

Aunque en esta familia se 'respira' fútbol, hay una regla de oro: 'durante los partidos no se habla', por lo que los comentarios sobre qué desacierto tuvo un jugador en la cancha o qué fue lo mejor de cada equipo, se dejan para el final.